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Actitud laboral: Seamos agentes positivos de cambio

Seamos agentes positivos de cambio (ver en pdf) 

Fuente: Revista Aptitus / 05-08-2014

Recomendaciones para no dejar de ser competitivos durante un proceso de cambio en nuestras empresas.

Los cambios en las organizaciones son hoy en día una constante. Ya sean cambios en el equipo de trabajo, en la manera de trabajar, en los objetivos a lograr, etcétera; la realidad es que el cambio siempre estará presente en nuestra vida laboral. Los cambios organizacionales buscan lograr mejores objetivos y organizaciones más eficientes; sin embargo, muchas veces esto no se logra porque las personas no están preparadas para enfrentar el cambio y les cuesta trabajo alinearse con los nuevos objetivos. Las empresas buscan hoy colaboradores dispuestos a cambiar, flexibles y con capacidad de enfrentar los retos que los cambios presentan.

¿QUÉ HACER, ENTONCES, PARA SER UN AGENTE POSITIVO DE CAMBIO?

1. Entendamos por qué está sucediendo el cambio. Todos los cambios tienen una razón; si la conocemos y entendemos porqué el cambio es importante para la organización, estaremos más dispuestos y abiertos a cambiar; pero, sobre todo, a comprometernos con el cambio. «Es importante ser proactivos y preguntar cuál es nuestro nuevo rol durante los cambios, para poder cumplir las expectativas que se tienen de nosotros»

2. Dejemos de vivir en el pasado. Una de las cosas más difíciles de los cambios es aprender a hacer las cosas de una manera diferente y no caer en el «así lo hemos hecho siempre». Debemos mirar hacia adelante y entender que hay maneras diferentes y probablemente más eficientes de hacer las cosas.

3. Tengamos claro qué es lo que se espera de nosotros. Es importante ser proactivos, preguntar y aclarar cuál es nuestro nuevo rol durante los cambios. Si el cambio exige de nosotros nuevas habilidades, debemos buscar ayuda desde el principio y desarrollarla para cumplir las expectativas que se tienen de nosotros.

4. No asumamos que todos viven el cambio de la misma manera. Cómo cada quien enfrenta el cambio es algo personal; no juzguemos al resto si enfrentan el cambio de una manera diferente o si demoran en asumirlo más que nosotros. Más bien busquemos apoyar a quienes más lo necesitan para agilizar el cambio en la organización.

5. Tengamos una actitud positiva. Durante todo cambio enfrentaremos situaciones difíciles; será nuestra actitud positiva la que nos ayude a enfrentarlas de la mejor manera. Una buena actitud influirá de manera positiva en las personas que no están aún comprometidas con el cambio más que con palabras, con nuestro ejemplo.

6. Tomemos los cambios como una oportunidad de aprender. Los cambios traen nuevos retos y nuevas maneras de hacer las cosas. Son una oportunidad de desarrollar nuevas habilidades, interactuar con otras personas y desarrollarnos como mejores profesionales. Son oportunidades que nos permiten ver y hacer las cosas de una manera diferente.

7. Comuniquémonos constantemente. La comunicación es clave en momentos de cambio; comunicarnos no solo con nuestros jefes sino también con nuestro equipo de trabajo. Debemos asegurarnos de que no solo se comunican las dudas y las quejas, sino también, y sobre todo, los logros y resultados.

Los cambios son necesarios en las organizaciones, las mantienen vivas. Gestionemos de una manera positiva y flexible cómo vivimos personalmente el cambio y apoyemos a nuestras organizaciones a ser cada vez más eficientes y a lograr sus objetivos.