La sala estaba llena y el relato era apasionante. Más de 30 altos ejecutivos escuchaban con total atención los pormenores de la ruta que nuestro narrador, un experimentado gerente general, siguió para encontrar su nuevo trabajo ideal.
De repente, el expositor cambió de tono y, sin dudarlo un segundo, empezó a compartir experiencias muy personales. Habló de su familia, de sus temores, de sus inseguridades. Así, frente a nuestros ojos se transformó en el líder fuerte que no teme mostrar su lado más débil. Y habló de Dios, de su fe y de cómo ésta lo sacó adelante en los momentos más difíciles.
Yo podía ver la sorpresa inscrita en la cara de muchos, sobre todo de los más nuevos en el proceso de recolocación. Estamos poco acostumbrados a escuchar sobre la fe en el mundo del trabajo. La fe es algo demasiado personal como para hablar de ella en público e incluso a muchos sienten vergüenza de admitir su religiosidad y simplemente no hablan de eso. Para otros, la fe es algo que está muy lejos de su vida diaria.
De mi experiencia, sin embargo, son muchos más de lo que uno se imagina los que en nuestro país recurren a su fe para salir adelante en un momento difícil en sus vidas. Es más, si tienen la oportunidad de expresarse libremente en privado, mencionan la fuerza y el ánimo que les da, sin importar cuál es su religión ni como la manifiesten.
Así como la experiencia del desempleo termina en un 93 % de los casos fortaleciendo a la familia, muchos también se vuelven más espirituales, maduran más y pasan a valorar mejor lo verdaderamente importante en sus vidas
El ejecutivo de nuestra historia nos contó también que antes nunca pensó en pedir ayuda a Dios. Que estando de buenas nunca sintió que lo necesitaba pero cuando la situación lo ameritó lo hizo, en privado y sin decir nada a nadie. Quizá por eso fue impactante para muchos escuchar a este muy exitoso ejecutivo hablar de cómo su fe lo sacó adelante y cómo el acercarse a Dios hizo para él toda la diferencia! De esa reunión todos salimos inspirados y energizados. A mi me recordó que mi fe siempre me ha sacado adelante y hoy, más que nunca, sé que también lo hará!