Consolidación blanda

Publicado el 17/12/2016 en Revista Aptitus

CADA VEZ MÁS LAS EMPRESAS VALORAN LAS COMPETENCIAS SOFT ENTRE SUS POTENCIALES CANDIDATOS PARA LIDERAR EQUIPOS Y LOGRAR OBJETIVOS DE NEGOCIO, POR LO QUE LAS HABILIDADES BLANDAS CONFIGURAN EL COMPONENTE MÁS IMPORTANTE ENTRE LAS DESTREZAS DE LOS ASPIRANTES.

Tener un CV que acredite estudios de Ingeniería de Sistemas con un MBA, inglés avanzado y cinco años de experiencia parece una gran plataforma para acceder a un buen puesto en cualquier empresa. No obstante, durante los últimos años, las organizaciones no solo buscan talento netamente técnico o duro para guiar a sus equipos, sino que valoran las habilidades blandas asociadas al comportamiento de la persona, su desempeño social, liderazgo y manejo emocional. «Hay una evolución clara en las empresas por valorar cada vez más la parte blanda del candidato. Predomina la actitud sobre la aptitud, se valora la forma de comportamiento soft en el trabajo por encima de variables duras y técnicas que se enseñarán en el camino», afirma Ignacio Hernández, director ejecutivo de Michael Page Perú. Para él, las grandes organizaciones modernas consideran que es más fácil reforzar las habilidades técnicas a través de la misma práctica, pero que es más complicado generar destrezas blandas, que requieren más esfuerzo en personas cuyas personalidades son retraídas o poco sociales. Según Mercedes González, directora de Permanent Placement de Adecco, las habilidades blandas son de vital importancia para la incorporación al mercado laboral. «Las consultoras de búsqueda de profesionales ponen mucho énfasis en la identificación de habilidades blandas, que buscan alinear con la cultura de la organización. Esta equiparación permite hallar un perfil integral que pueda permanecer y crecer dentro de dicha organización», dice. Aunque las habilidades duras están aún por encima de las blandas, los especialistas coinciden en que, dependiendo de la empresa y el sector, poco a poco las competencias so/t irán ganando terreno y serán iguales o hasta más importantes que las técnicas. Las empresas de retail, banca y servicios en general requieren profesionales que no solo sobresalgan en formación académica, acreditaciones o experiencia, sino también que sean multitarea, que tengan capacidad para gestionar equipos e interlocución. Es decir, que cuenten con un perfil más integral. Y, a pesar de que algunos terminan por aprender estas habilidades en «la cancha», las escuelas de ejecutivos han tomado nota del reto.

ESCUELAS DE NEGOCIOS

«Las instituciones educativas, como las universidades y las escuelas de negocios, están mejorando cada vez más su oferta y están empezando a incluir el desarrollo de habilidades blandas en sus programas académicos. Estos centros se han dado cuenta de que son necesarias para que un profesional pueda desempeñarse de manera satisfactoria en su día a día», afirma Ángela Cárdenas, gerenta de Right Management Perú. «Las compañías peruanas han pasado por una etapa de educación y sensibilización para aceptar que un empleado productivo es un trabajador que destaca por su capacidad de adaptabilidad, trabajo colaborativo, agilidad en el aprendizaje, liderazgo, capacidad de escucha, entre otros. Los empleadores buscan un equilibrio entre las habilidades blandas y duras, porque no es aceptable que un profesional sea un experto en un tema y no tenga habilidad de transmitir el conocimiento al equipo que lo acompaña o que como jefe sea un patán». Jessica Domínguez, gerenta de Gestión Humana del estudio Miranda & Amado, sostiene que hoy las habilidades blandas revisten especial diferenciación entre los profesionales ejecutivos y mandos medios, pero ello se agudizará con la formación de estos ejecutivos en las siguientes décadas, en lo que se considera la «cuarta Revolución Industrial». En este periodo se incorporarán las denominadas habilidades en tecnologías blandas, que combinan la tecnología con destrezas en pensamiento crítico, creatividad, solución de problemas complejos, manejo de personas, inteligencia emocional, entre otras, que son estimadas como las capacidades futuras del mercado de trabajo. «Entre las más demandadas y más valoradas por las empresas destacarán el talento para dar soluciones innovadoras a problemas complejos, la innovación y creatividad, así como las habilidades relacionales, tales como la orientación al cliente, el desarrollador de talento y la inteligencia emocional», refiere.

LOS ÚLTIMOS DUROS

Para Oscar La Torre, socio de consultoría de PWC, ambas habilidades deben ir acompañadas en función del puesto de trabajo. «Ciertas habilidades duras tenderán a desaparecer o se volverán indispensables en el futuro, pero las blandas van a ser necesarias en todo momento», explica. De otro lado, Alejandra D’Agostino, socia principal de Capital Humano de Deloitte, considera que las habilidades blandas no son necesarias únicamente en el actual mercado laboral. «Hoy, en un intento de equilibrar este tema, los ejecutivos ponen mucho foco en estas habilidades, pero claramente lo importante es poder tener ambas capacidades. Asimismo, el conocimiento específico también es fundamental», dice. Aida Marín, vicepresidenta de LHH DBM Perú, admite que, si bien los CV contienen logros y experiencias que muestran el potencial de un ejecutivo, no reflejan situaciones pasadas, por lo que no necesariamente garantizan el éxito futuro. «En realidad, son las competencias o habilidades blandas las que, de alguna manera, le permitirán replicar el mismo nivel de desempeño en el futuro», concluye. Para ella, como para el resto de expertos, las habilidades blandas serán las nuevas habilidades duras, mientras que las habilidades blandas de mañana serán las tecnológicas.

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