De regreso a la oficina (ver pdf)
Fuente: El Comercio
En algún momento de la vida, toda mamá se cuestiona si debe seguir trabajando o dedicarse a sus hijos. Algunas lo hacen nada más al’nacer su primer bebe, otras cuando sus chicos entran a la pubertad y les piden más presencia en casa.
Rocío Oyanguren, gerenta general de Comunicación Activa, atravesaba su mejor momento profesional cuando quedó embarazada. «Había formado mi empresa de comunicaciones y no se me ocurría soñar con un bebe por temor a perder todo lo logrado», recuerda. Pero el destino no pregunta y llegó Michela, hace nueve años. A Rocío le cambió la vida. Dejó de trabajar dos meses y su empresa no se vino abajo. Cuando decidió retomar sus labores lo hizo poco a poco, a un ritmo pausado y hasta se dio el lujo de recibir a sus clientes en casa, con su hija en brazos. Durante un tiempo, Rocío redujo bastante su carga laboral, pero no salió del mercado ni se desactualizó.
Una inversión en la familia
Dedicar años a la familia, a la formación de los niños, es una valiosa inversión. Pero si la madre planea volver a trabajar entonces debe mantenerse al día con el mundo laboral. Las jornadas de medio tiempo o ser ‘free lance’, trabajo independiente y desde casa, pueden ser una buena opción.
«Mi recomendación es que durante los años que dediquen principalmente a su misión de madres, no se desconecten del todo. Mantener viva la red de contactos es fundamental, tanto como mantenerse atentas en las áreas de su competencia. Inclusive siguiendo cursos online si fuera necesario», comenta Mónica Berger, gerenta de Desarrollo de Talento en Lee Hecht Harrison-DBM Perú. También se puede aprovechar el estar en casa para aprender un nuevo idioma o reforzar algún otro conocimiento que sea necesario para mantener la vigencia de nuestros currículos.
«Revisen siempre los anuncios de trabajo para ver qué oportunidades ofrece el mercado y cuáles son las nuevas exigencias. Así una se puede preparar para cuando llegue el momento de reinsertarse al mercado laboral» aconseja Mónica Cárdenas, docente de la carrera de Psicología Organiza-cional de la Universidad ESAN.
Ahora, si pasa por tu mente la idea de abandonar el trabajo, piénsalo bien. No sea que te sientas infeliz en casa, al cuidado de tu bebe 24 horas al día, te estreses y le ofrezcas a tu familia un tiempo de pésima calidad. Puede que no estés preparada o no hayas nacido para ser ama de casa a tiempo completo (¡y eso no te hace mala madre!), puede que solo necesites menos carga laboral o ayuda de quienes te rodean y llegar más temprano a casa.»