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Empleabilidad: Cuide su carrera, la política y a su jefe

Bienvenidos a la política!

Y aunque algunos aun se sorprendan, muchos ejecutivos exitosos reconocen a la política como a la gran aliada de su carrera.

Pero no se preocupe, estamos hablando de otro tipo de política, una más vinculada a asuntos relacionados a su actitud y enfoque de manejo de carrera que a las vinculadas  al poder. Hablamos de política que sirve para propulsar su carrera, para mantener siempre excelentes relaciones con aquellos que deciden sobre ella y con personas de todo nivel, para moverse efectiva y silenciosamente en situaciones complejas, comprendiendo el funcionamiento de las organizaciones,  anticipándose a los campos minados y manteniendo el balance y la ecuanimidad en distintas situaciones, especialmente en las conflictivas, y sobretodo para cuidar la percepción que otros se forman de nuestro trabajo, capacidades y habilidades en toda circunstancia de la actividad empresarial.

El problema es que son pocos los ejecutivos que se ajustan a la realidad que la política es parte de la vida en las organizaciones. Peor aún, hay quienes se sienten hasta deshonestos con la sola idea de pensar en invertir en sus carreras, tambien en función a asuntos relacionados con percepciones de otros, relaciones personales o imagen.

Sin embargo, son personas las que nos contratan, promueven, o despiden, y muchos de ellos decidirán sobre nuestro futuro no solo por lo eficientes, profesionales o leales que somos realmente o lo que logramos hacer, sino por lo eficientes o profesionales o leales que les parecemos ser. Por eso es crítico ser claro frente a actitudes poco políticas que afectan nuestra carrera y que debemos evitar a toda costa.

Actitudes como la de sentirse indispensable, autosuficiente o dueño de la verdad. No validar la misión de la empresa o a sus directivos, sin mirar más alla de lo evidente. No saber a quien ser leal o equivocar las lealtades. Actuar sin hacer participar a los jefes, incumpliendo instrucciones o políticas establecidas por el hecho de discrepar de ellas o por la distancia con el supervisor.  Plantear exigencias y derechos sin reconocer los daños que éstos pueden causar en nuestras relaciones con quienes toman decisiones sobre nosotros. Sobrestimar nuestro poder o enfrentarnos con el jefe  o, peor aun, darle la espalda, No cuidar nuestros modales  o las formas de respeto mínimos a superiores o gente mayor.  Actuar insensiblemnte frente a personas de distintos niveles.  Marcar las discrepancias y diferencias entre las áreas o crear y desarticular equipos con intrigas y oposiciones, generando problemas con personas.  Ser percibido como superambicioso o capaz de todo por lograr el poder. O incapaz de manejar su carácter frente a situaciones delicadas, donde el stress nos puede llevar al limite.

¿Qué hacer para ser más políticos? Podemos empezar decidiéndonos a tener mejores relaciones con la organización en general, sus objetivos y su visión, con todas las personas con las que trabajamos y en especial con nuestros jefes. Esto nos ayudará a lograr una vida laboral mucho más fácil, y a reducir los niveles de stress. Si logramos mantener esta actitud positiva, ella se convertirá en una habilidad relativamente simple, que ayudará a lograr mejores resultados empresariales y hará maravillas por nuestra carrera.

1. No imaginemos que podemos cambiar a la organización en su conjunto, o al jefe. Nosotros somos quienes debemos adaptarnos a los diferentes estilos gerenciales y a la cultura de la organización,

2. Pregunte qué es lo que puede hacer para facilitar el trabajo del equipo. Pregúntese qué está haciendo ahora que esté dificultando el trabajo de otros.

3. No asuma que usted sabe la respuesta al punto anterior. Escuche con mente abierta y actúe en consecuencia con las respuestas.

4. Encuentre la manera en la que prefieren recibir la información en su organizacion. Haga lo que más se estile para lograr una mejor comunicacion

5. Coopere con su jefe y valore sus aportes.

6. Nunca permita que su jefe se encuentre con un suceso imprevisto, especialmente frente a otros; esto hará que aparezca como desinformado.

7. Nunca menosprecie a su jefe, por más que usted pueda sentirse frustrado por su desempeño. Tenga paciencia, que es de sabios, y use siempre sus mejores habilidades diplomáticas, tacto y tino, en situaciones de tensión o crisis, sin generar jamas situaciones de conflicto abierto con su jefe y menos en público.  Sea cauto y cuídese de crear la impresión de ser desleal. Eso no se lo perdonarán jamás.

8. Recuerde que su jefe también tiene que responder ante otras personas, clientes o accionistas.  Cualquier cosa que usted pueda hacer para ayudarlo a ser exitoso, incrementará la imagen del equipo, y reflejará muy bien sus prospectos de carrera.

9. Después de todo, su jefe y todos nosotros dentro de la organizacion, sólo somos seres humanos, que también necesitamos de la aceptación y aprobación de los demás. Nunca lo olvide!