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Línea de carrera: ¿A más poder, más seguridad?

¿A más poder, más seguridad?

Fuente: América Economía/ 17-10-14

«Se estima que los jóvenes que hoy empiezan sus carreras profesionales, antes de que se retiren, van a tener como mínimo siete cambios de trabajo», indica Inés Temple.

Dado que la tecnología y las innovaciones cada vez impactan más en muchos procesos operativos, la mayoría de la gente cree que la rotación en el trabajo es mayor entre los operarios o empleados que en aquellos que ocupan cargos de jefatura o de gerencia. Sin embargo, esto no es así. La probabilidad de que un operador de planta rote por varias empresas es proporcionalmente mucho menor que la de un gerente. Por ejemplo, de las más de 33.000 personas de todos los niveles (operarios, técnicos, empleados, profesionales, ejecutivos, gerentes, directores) que en LHH DBM Perú hemos ayudado a recolocarse en el Perú en los últimos 20 años, más de 6.000 han sido altos ejecutivos. Entre ellos, más de 500 han sido gerentes generales o presidentes de empresas medianas, grandes e incluso multinacionales. Más del 60% de ellos, además, contaba con maestrías en universidades de renombre y prestigio internacional.

¿Realmente?, dirá usted, pero esas personas que se han graduado en universidades tan reputadas y que vienen de tener cargos tan altos en empresas importantes y de primer nivel, ¿por qué se quedan sin trabajo en algún momento de su vida? La respuesta es evidente. Todos pasaremos por muchos cambios en nuestras carreras, y varios de ellos serán involuntarios. Incluso personas muy meritorias y exitosas pueden quedarse sin trabajo de un día al otro, en uno o varios momentos de sus vidas laborales.

La verdad es que mientras más alto sube un profesional en la pirámide de una organización, más riesgosa se vuelve la ‘seguridad’ en ese puesto. Nuestra muestra no es representativa de todo el mercado laboral, pero sí nos da una idea de la proporción del riesgo. Incluso el puesto más alto, el de gerente general, otrora considerado inamovible, actualmente es el puesto más vulnerable de una organización. Cuando a la empresa le va mal o no cumple con los resultados esperados, ¿a quién se despide?, ¿quién se va primero? Se va el gerente general. Si a la empresa le va muy bien, lo más probable es que otra compañía quiera comprarla. Y si eso sucede, el nuevo dueño traerá a su propia gente, entre ellos a su nuevo gerente general.

Cada vez que ocurre una compra o una fusión, se suman operaciones, plantas, nuevos negocios, etc. el personal operativo directo tiene más probabilidades de permanecer que los gerentes de mayor nivel. Además en situaciones de reorganización empresarial, es probable que el personal operativo esté algo protegido por algún sindicato. En cambio, el personal ejecutivo es considerado ‘cargo de confianza’, por lo tanto, en estas situaciones de reorganización debe irse de la empresa y dejar su cargo. La frase ‘de confianza’ significa, por lo tanto, ‘no te garantizamos empleo seguro’.

Así, hasta hace algunos años, mucha gente creía que estar sin trabajo era una señal de problemas personales: «Humm, ¿qué habrá hecho mal?, ¿qué habrá pasado? Hoy estar en transición laboral es lo más normal del mundo; a veces tenemos trabajo, a veces nos toca salir a encontrar un nuevo trabajo. Como veíamos, se estima que los jóvenes que hoy empiezan sus carreras profesionales, antes de que se retiren, van a tener como mínimo siete cambios de trabajo, y cuatro de ellos serán involuntarios. Ante tal situación lo menos que puede pensarse hoy es que uno está ‘desempleado’ y menos en los términos peyorativos con los que solía verse. Uno estará en transición (voluntaria o involuntaria); pero de hecho en proceso de encontrar un nuevo trabajo.

No olvidemos que las posiciones ejecutivas son actualmente una relación de dos vías. Se mantendrá en la medida en que ambas partes estén satisfechas. Nos emplearán en la medida en que agreguemos valor, contribuyamos al resultado, generemos logros concretos, nos llevemos bien con los colaboradores, y en especial con el jefe y que necesiten alguien con nuestro perfil en ese momento. Igualmente trabajaremos en esa organización mientras sea posible nuestro desarrollo, y logremos satisfacción y crecimiento con lo que hacemos, ganemos razonablemente bien y nos sintamos reconocidos y valorados. Así trabajaremos bien y contentos. Las relaciones de trabajo duran hoy solo mientras nos convengan a ambas partes. ■