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Me Equivoqué al Aceptar la Propuesta Laboral

Publicado en Centrum Al Día, el 19/11/2018

Juan Alberto, un ejecutivo a quien me ha tocado asesorar en la gestión de su carrera profesional, me contaba que había cambiado recientemente de empresa. “Seguí el consejo que nos dio en una conferencia, recomendándonos que al recibir una propuesta laboral, nos aseguráramos de verificar que dicha propuesta esté alineada a lo que era nuestra preferencia laboral ideal, y recordé con mucha claridad los tres elementos fundamentales que se deben considerar para una mejor evaluación:

1) Si teníamos las capacidades para ejecutar el trabajo.

2) Si disfrutaríamos haciéndolo.

3) Si encajaríamos en la empresa ofertante.

Acepté la propuesta en base a estos elementos y porque el sueldo era mayor, pero ahora observo que me equivoqué, ya que trabajo más tiempo y a fin de cuentas gano menos dinero”, terminó diciéndome Juan Alberto, mostrando cierta preocupación.

Me parece que no fui lo suficientemente claro con él. No todas las propuestas deben cumplir solo con esos tres elementos para que sean aceptadas o rechazadas. Este análisis previo es muy importante en la evaluación y nos sirve para estar totalmente conscientes de la situación a enfrentar antes de aceptar o rechazar una propuesta laboral, pero no debemos dejar de evaluar otros aspectos tanto intangibles como tangibles.

La mayoría de aspectos intangibles están relacionados a la cultura organizacional de la empresa ofertante, ¿se trabaja en equipo?, ¿se incentiva la creatividad?, ¿se alienta la toma de decisiones?, ¿de promueve la transparencia?, ¿se respalda el conflicto funcional?, ¿se trabaja con visión de largo plazo?, ¿el estilo de liderazgo promueve el crecimiento de las personas?, ¿cuál es la proyección profesional?, ¿cómo son las relaciones interpersonales?, ¿cómo es la estructura de la organización?, ¿cuál el nivel del puesto?, ¿cuántos y quiénes forman el equipo?, etc.

Recién, teniendo una idea global sobre la cultura de la empresa y conociendo el nivel de autoridad y responsabilidad del nuevo puesto, estaremos en una mejor posición para analizar aspectos tangibles como el nivel salarial, revisando detenidamente toda su composición, parte fija, comisiones, bonos, gratificaciones, utilidades, seguros, presupuesto para capacitación, estacionamiento, gastos de representación y otros que correspondan de acuerdo al nivel del puesto; todo ello nos ayudará a tomar la mejor decisión.

De acuerdo al interés del profesional, la etapa en la que se encuentre en su carrera y su nivel de adaptabilidad, se dará mayor o menor importancia a cada uno de los aspectos mencionados, lo cual ayudará a fortalecer el criterio de evaluación.

Finalmente, es bueno tener en cuenta que este es un tema muy importante tanto para el trabajador como para la empresa contratante, ya que los cambios de empleo motivados solo por lo económico, sin pensar en todo lo que se requiere para un desarrollo integral de la carrera, podrían generar inestabilidad en el profesional y pérdida de dinero para la empresa, porque la flamante contratación podría durar muy poco.

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