Valiente (ver PDF)
Artículo de Inés Temple: «El avión se mueve terriblemente y empiezo a asustarme de verdad».
Revista: Mujeres Batalla, sección Opinión, 16-10-2012
De regreso -en un vuelo de Bogotá- me recomendaron una película preciosa: “Valiente”. Una princesa escocesa que disfruta siendo libre como el viento es obligada por su madre a escoger novio entre los príncipes vecinos, y escapa al bosque en busca de libertad y así cambiar su suerte…
Esto me llevó a pensar en lo afortunadas que somos de poder escoger qué hacer con nuestras vidas. Hasta dónde llegar. Qué soñar. Hasta dónde atrevernos a volar. Que nadie limite -salvo una misma- el alcance de nuestros sueños y ambiciones.
Por mi parte, me veo hoy, ya grande (bueno, creo que tener 53 ya me hace grande, ¿no?), pensando varias veces todavía como una joven. Pienso: “Cuando sea grande quiero hacer… tal cosa o la otra. Quiero ir aquí o allá. Quiero ser esto o lo otro. Quiero tener…”.
Siento que me falta tanto por hacer, por conocer, por vivir, por lograr… Pero somos afortunadas de vivir hoy y aquí, en una realidad que nos permite proyectarnos hacia el futuro con fuerza, con esperanza, con ilusión y, sobre todo, con valor. Sabiendo que todo lo bueno que nos llega, llega con el sticker del precio que tendremos que pagar por ello, y que está en nosotras escoger o no ese camino. Pero conscientes de que ya sabemos enfrentar las dificultades, los costos, los malos momentos, los problemas que inevitablemente llegan siempre; y que dan lugar a experiencias cada vez más ricamente vividas, y que nos dan más carácter y valor.
Creo que esto que me pasa a mí, nos pasa a todas las Mujeres Batalla. A todas las que somos valientes porque así nos hizo lo que nos tocó vivir. Quizá muchas no escogimos las aventuras que la vida nos trajo, pero fueron ellas las que definieron quiénes somos hoy y lo que somos capaces de hacer.
Yo les confieso que vivo fascinada con las historias que leo en esta revista, con las historias de vida de mis amigas y de muchas otras Mujeres Batalla que voy conociendo en el camino. Valientes, fuertes y comprometidas. Jamás vencidas. Jamás doblegadas.
Ustedes dirán, ¿adónde voy con estas líneas? Y miren, cómo es la vida: justo estoy escribiendo lo que quiero sea mi mensaje, y el avión pierde altura bruscamente. Las cosas salen volando y con las justas sostengo mi computadora. El avión se mueve terriblemente y empiezo a asustarme de verdad. Mi vecino de asiento me mira con ojos de plato y eso me asusta ¡más! Qué ironía más grande: hablaba de valientes, y tengo miedo; hablaba de cambios, y no quiero ninguno. Solo quiero llegar a mi destino completa y abrazar a los míos…
Felizmente, el avión se estabiliza. Vuelvo a sonreír. Ya pasó.
Entonces, cambio mi conclusión: Nosotras podemos escribir nuestras propias historias, encontrar nuestro destino y luchar por nuestros sueños. La vida igual siempre nos pondrá dificultades. La idea es ser valientes y enfrentarlas. Luego, siempre viene la calma… y llega el abrazo esperado de ese a quien hemos esperado toda la vida.