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Ocho Ideas Para Una Mejor Reputación

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La línea ética debe ser inquebrantable. La reputación trasciende esferas y espacios de influencia. De la nada aparecieron unos rayos de luz en la parte externa de mi ojo derecho. Volé donde mi oculista de confianza. “Ya mismo necesitas ver al especialista para que te selle este desgarro”, me dijo muy serio. Así, pocas horas más tarde una persona a la que jamás había visto en mi vida estaba disparando 300 puntos láser a mi retina. Es impresionante el valor de la reputación: bastó la referencia de mi médico sobre las capacidades profesionales y personales del especialista “en las que él confía mucho, según me dijo” para poner el futuro de mi visión en sus manos.

Ustedes dirán que esto es normal, que así es como funcionan las cosas. Y ciertamente es así, pero me hizo pensar en cómo pocas personas en el mundo empresarial se toman la gestión de su reputación con la seriedad del caso. Muchos asumen que su buena reputación pasará en automático; o, por el contrario, que es algo sobre lo que tienen poco control. Hay quienes aún no logran entender el impacto de su reputación en el éxito de su carrera profesional y en su desarrollo económico de mediano y de largo plazo. Otros miran las cosas más a la ligera, o confunden reputación con el número de seguidores que puedan tener en redes sociales, además de otros indicadores similares.

El valor de la buena reputación se hace evidente en los procesos de recolocación. Amigos headhunters de las mejores firmas del Perú nos cuentan que, durante los procesos de selección, piden referencias de los candidatos hasta a 18 o 20 personas, entre ellos varios ex jefes, colegas, subordinados, pares, clientes, etcétera. Los que reciben buenas referencias se colocan mucho más rápido y con mejores niveles de compensación y jerarquía respecto de quienes tienen reputaciones mediocres o de los que pocos conocen. En coaching ejecutivo el manejo asertivo de la reputación dentro de la organización es pieza clave del proceso, aunque requiere de buena inteligencia emocional y un ego bajo control. ¿Cómo gestionar una reputación envidiable? Es simple, pero es un esfuerzo diario y constante que no permite excepciones ni desviaciones. Algunas ideas:

  1. Actuar en todos los ámbitos de la vida (personal, familiar, profesional, física o virtual) con integridad y la misma decencia. 1. La línea ética debe ser inquebrantable. Somos uno y nuestra reputación trasciende esferas y espacios de influencia.
  2. Hacer introspección y autoanálisis. Usar los resultados de las evaluaciones 360 para identificar áreas de oportunidad y puntos ciegos, y actuar sobre ellos con rapidez.
  3. Desarrollar más habilidades humanas. “EL VALOR DE LA BUENA REPUTACIÓN SE HACE EVIDENTE EN LOS PROCESOS DE RECOLOCACIÓN. LOS QUE RECIBEN BUENAS REFERENCIAS SE COLOCAN MUCHO MÁS RÁPIDO Y CON MEJORES NIVELES DE COMPENSACIÓN Y JERARQUÍA”. especialmente de liderazgo, sin importar que tengamos o no autoridad formal. Correrle a la arrogancia.
  4. Enfocarnos en la calidad de los servicios profesionales que proveemos, en su efectividad y en el valor que producen a los demás. Poner mucha atención en nuestro desempeño, productividad y velocidad de respuesta, con actitud de servicio.
  5. Trabajar en nuestro estilo de comunicación con foco en la calidez, para generar confianza y desarrollar buenas relaciones con personas de distintos ámbitos. Jamás discriminar, y menos despreciar.
  6. Interesarnos genuinamente en las personas y buscar desarrollar relaciones auténticas y cordiales con quienes interactuamos. Enmendar fricciones y discordias ayuda mucho. La transparencia es clave; la amabilidad también lo es.
  7. Reducir nuestros niveles de estrés. Nada como la irritabilidad o la ansiedad para impactar negativamente en los demás, ignorándolos o descuidando el buen trato.
  8. Actuar en todo momento como si estuviéramos “en vitrina”. Imagine si plataformas como Linkedln actualizaran a diario estrellas o puntajes junto a nuestros nombres y fotos. Piense en el impacto inmediato o en las consecuencias que tendría en su reputación un puntaje de 2,83 sobre 5, por ejemplo. Mi retina se recuperó muy bien, gracias a Dios, y la lección sobre el valor de una buena reputación profesional fue inmejorable.

Publicado en Revista – G de Gestión el 16/12/2022