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Plan de carrera: Darle el mensaje

Darle el mensaje

Fuente: Mujeres Batalla / 15-11-2013

 

Como ya les he contado alguna vez, creo con toda fe en eso de visualizar el futuro. Creo en verlo, en pensarlo, en diseñarlo mentalmente tal cómo yo lo quisiera… Creo además, que imaginarlo al detalle por adelantado es clave para que de hecho se pueda dar. Creo que viendo y creando en mi mente aquellas cosas o situaciones como realmente desearía que pasen, con detalles bien prácticos y bien aterrizados, es fundamental para que el futuro ese que deseo sea cada vez más real y más alcanzable.

Antes de que dejen de leer y me tomen por extraña, les cuento que he compartido esta técnica con muchas personas, especialmente con aquellas que están en proceso de encontrar un nuevo trabajo o de crear sus propias empresas. Y, de hecho, todas me miran al comienzo con cara de sorpresa. Pero casi todas, a la vez, generosamente me dan el gusto de ponerla en práctica. Y saben, es increíble cómo se divierten atreviéndose a soñar despiertas con aquellas cosas o situaciones que las harían muy felices… y por qué no contarles también la cantidad de veces que esas personas, pasado un tiempo, me han escrito o llamado para contarme cómo de hecho pasó aquello que entre sonrisas alguna vez visualizaron conmigo.

Y dejando de lado mis pudores, les cuento más: con frecuencia me paso la película completa de ese futuro en proceso de creación, sintiendo lo que sentiría en cada momento, oliendo los olores y escuchando los sonidos que habría a mi alrededor… Y muy importante: escribiendo esa película en tiempo estrictamente presente. Es decir, como si estuviera describiendo una imagen real que ya estoy viendo frente a mis ojos, sin dudar por un instante de su condición de realidad (es muy importante eso de describir ese futuro soñado en tiempo presente).

¿Si me ha funcionado siempre? No todas las veces, pero sí muchas, y muchas más de las que se imaginan. ¿Es magia? No, obviamente. Para mí es como ponerle una orden al universo para que sepa con claridad qué es lo que debe traer a mi camino. Es casi como definir claramente qué cosa uno quiere, sus metas y objetivos personales, familiares y laborales, pero de manera más apasionada, invitando al corazón a ser parte de esa ilusión por lo que está por venir.

Obviamente a todos no les gusta esto de crear el futuro. A los incrédulos les parece una pérdida de tiempo… y hasta ponen mala cara o se ponen de mal humor (los pesimistas son peores aún, pues empiezan proyectando todo en negativo). Pero a la gran mayoría de personas que se arriesga a dejar volar su corazón hasta sentir con fuerza cómo será eso que desean y anhelan, le cambia las caras y se trasmutan en personas con ilusión y entusiasmo, aunque sea por unos momentos.

Alguien me explicó alguna vez que entusiasmo significa estar con Dios, y quizás esto de visualizar el futuro de esta manera, no sea sino dejar que Él sepa qué soñamos.