Publicación en G de Gestión, el 20/07/2018
Entrevista a nuestro Gerente General, Carlos San Román Orams:
Este cambio de gerencia general es quizá algo sutil, pero no menos trascendente. ¿Qué nos puedes comentar?
En efecto, hay varias diferencias a considerar. La principal es pasar de manejar muchas unidades de negocio y muchos interlocutores
a solo dos interlocutores: nuestros candidatos y las empresas en las que laboraban, que son quienes nos contratan para brindar el servicio.
Además, en mi anterior posición, respondía por mucho más personal y un mayor número y volumen de transacciones, lo que tampoco es una diferencia menor.
¿Qué crees que podrás aportar con tus experiencias y conocimientos previos?
Primero, estoy satisfecho de haber encontrado acá procesos y servicios de gran nivel, pero creo que mi aporte en gestión comercial puede ser importante. Aunque también soy estructurado y me gusta manejar un enfoque muy estratégico de las ventas. Buscamos, como siempre, mayores ventas con renovado foco en el desarrollo del talento dentro de las organizaciones.
Ya que dar es la contraparte de recibir, ¿qué esperas recibir de esta nueva organización y la posición?
Debo decir que no tengo el síndrome del lunes, que es importante para mí. Siento que tenemos muy claro el propósito de nuestras
labores y que aprendo a diario de los consultores, que son verdaderas autoridades en el proceso de “outplacement”. La interacción
con personas de todas las industrias y posiciones es, igualmente, muy enriquecedora.
¿Cómo describirías tu estilo de gerencia?
Confío mucho en las personas, las empodero y no aplico la microgerencia, que me parece una mala práctica. Me gusta tener mis puertas
abiertas para todos, y odio los organigramas porque siento que encasillan. Prefiero ver a la organización como una red donde se escucha
para evaluar y tomar decisiones.
¿Qué te puede llegar a disgustar de tu equipo de colaboradores?
Definitivamente la irresponsabilidad. Si alguien se compromete a algo, en especial con nuestros candidatos y clientes, debe cumplir. En caso contrario, debe hablar a tiempo y explicar la situación. Tampoco me agradan el desorden y la impuntualidad.
Aunque suene evidente, ¿Adecco es tu escuela más trascendente como profesional?
Sí, y, después de 14 años en Adecco, no tengo sino gratitud por lo aprendido. Mi carrera ha sido principalmente comercial, pero logré llegar a la gerencia general, con tareas de gestión bastante más amplias. Aprendí métodos comerciales, modelos de evaluación permanente de resultados que permitieron crecimientos cercanos a 3,5 veces durante mi gerencia general.
¿Cómo crees que te recuerdan tus colaboradores de Adecco y cómo te recordarán en el futuro los de LHH DBM?
Creo que me recuerdan como una persona justa y un amigo. Por eso, mi despedida de Adecco fue muy emotiva. Espero que en su
momento suceda lo mismo en LHH DBM como señal de haber hecho las cosas bien, sobre todo con las personas.
También por los logros alcanzados con el apoyo de todos…
Sí, creo que esos resultados son parte del recuerdo y el sentimiento colectivo que menciono. Estoy tranquilo, además, porque creo haber dejado huella como un motivados que explicaba el fondo de las decisiones más trascendentales sin imponerlas, y eso me satisface.