Yo quiero vivir en el Perú. Y quiero que mis hijos también quieran vivir aquí. Pero claro, ahora que vienen las elecciones, uno siente incertidumbre sobre el futuro, y hasta impotencia al ver que el proceso electoral es ajeno a quienes trabajamos en empresas, tenemos negocios, cuidamos a nuestras familias y somos ciudadanos comunes y corrientes.
Uno siente que no puede hacer nada al respecto de lo que pasa en el mundo de la política. Que quienes hoy postulan para dirigir el país desde el Congreso o la Presidencia se mueven en una dimensión distinta, lejana, propia. Muchos de ellos, con gran vocación de servicio seguramente, serán buenas alternativas; recibirán y cumplirán nuestro mandato de manera digna y efectiva. Otros, sin embargo, no serán más que oportunistas e improvisados.
La gran preocupación es: ¿Cómo diferenciarlos? ¿Cómo saber quién es quién? ¿Cómo confiar más allá de las simpatías personales o el “carisma” del candidato y sus promesas electoreras?
Nuestro futuro y el de nuestros hijos dependerá directamente de aquellos que elijamos. Y, para bien o para mal, somos nosotros los que permitiremos que se maneje nuestro país de una manera u otra. Hoy tenemos la oportunidad de no abdicar a nuestro derecho y responsabilidad de escoger bien: es imperativo tratar de estar mejor informados sobre los candidatos.
Sin embargo, con eso no basta, hay que hacer más. Y aunque siempre decimos “hay que hacer algo”, no pasamos a la acción. Cedemos a la frustración de sentir que siendo ciudadanos ajenos al ejercicio político, no podemos hacer nada concreto y sentimos que nuestro voto solitario no es suficiente para impactar en los resultados y, por ende, en la realidad nacional. ¡Eso no es así!
Ahora sí hay que hacer algo por el Perú! Antes que sea muy tarde! No podemos darnos el lujo de evadir nuestra responsabilidad de escoger bien. Y, más importante aún, debemos ayudar a que todos los peruanos tengamos la oportunidad de elegir mejor, de manera informada y responsable. Debemos darle a los millones de votantes la oportunidad de reflexionar y pasar a sus candidatos por una prueba, tal como lo hacemos cuando decidimos contratar a alguien que trabajará para nosotros. Los mandatarios de hecho trabajarán para nosotros.
La Prueba Ciudadana (www.pruebaciudadana.org.pe) nos da esa oportunidad. Plantea temas sobre los cuales normalmente no se cuestiona a los candidatos. Propone y facilita 15 preguntas serias y a la vez simples, sobre la integridad, experiencia y capacidad de nuestros futuros mandatarios. Y estas preguntas se resumen así: ¿Le dejarías tu casa para que te la cuide? ¿Lo contrarías para manejar tu negocio? ¿Le confiarías el futuro de tus hijos?
Para que después efectivamente no nos lamentemos. Y para que nuestros hijos, que hoy no votan y dependen de nuestro criterio, no nos lo echen en cara mañana: “que no hicimos nada”, “que fuimos indiferentes”, “que abdicamos de luchar por un país mejor conducido”….
Hagamos la diferencia esta vez: visite la página web sin perder tiempo e imprima la Prueba, pásela a muchos, repártala a sus amigos y parientes, compártala con sus empleados y clientes. Coméntela con sus proveedores, vecinos y compañeros de estudios en todo el país. ¡Hagamos de la Prueba Ciudadana la oportunidad de todos los peruanos de votar mejor!