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¿Tu equipo te considera un buen jugador?


¿Tu equipo te considera un buen jugador?(Ver PDF)

Fuente: Revista Aptitus / 13-06-2014

Cuando cada individuo en la cancha no es nada sin el apoyo del resto del equipo.
«Un buen equipo está basado en la confianza, no podemos esperar que opere eficientemente si no confiamos en las decisiones de los demás.»

Este mes, no hay duda de que la atención de la mayoría estará puesta en el Mundial de Fútbol. Veremos cómo cada equipo y cada jugador tratarán de dejar muy en alto el nombre de su país. Sin importar si son los favoritos o no, darán todo de sí para lograr el objetivo trazado. La clave para cada uno de estos equipos es confiar en sus habilidades y contar con individuos que trabajen como un todo. Cada individuo en la cancha no es nada sin el apoyo del resto del equipo.

En nuestro día a día como ejecutivos estamos expuestos en muchas oportunidades a trabajar en equipo y no imporra cual sea el objetivo trazado, el rol de cada uno de los miembros es importante, tu rol en el equipo es importante.

¿Que debemos hacer entonces para ser vistos como buenos miembros de equipo?

1. Entendamos cuáles son los objetivos del equipo: Es importante que tengamos claro el objetivo principal del equipo del cual somos miembros para, así, asegurar que todos estamos trabajando hacia ese objetivo y que todas las acciones que tomemos nos acerquen a él. Recordemos que lo primordial es enfocarnos en los objetivos organizacionales, no en los individuales. Algunas veces se tendrá que sacrificar resultados individuales para poder alcanzar el objetivo global.

2. Usemos nuestras habilidades para el bien del equipo: Un equipo está conformado por personas con habilidades diversas, y es importante que cada uno las utilice y colabore en lo que es bueno. Nuestro foco debe estar puesto en aportar en lo que somos mejores y dejar a quienes tienen otras habilidades más desarrolladas que hagan lo mismo.

3. Escuchemos a los demás: Es importante que, aunque tengamos ya una posición establecida o una solución a un problema, escuchemos al resto de los miembros del equipo: la experiencia de cada uno de ellos sirve para potenciar las ideas de los demás.

4. Confiemos en los demás miembros del equipo y generemos que confíen en nosotros: Un buen equipo está basado en la confianza; no podemos esperar que opere eficientemente si no confiamos en las acciones y decisiones de los demás. Eso empieza por uno mismo: genera confianza en ti, en tu trabajo, y confía en que los demás podrán hacer el trabajo tan bien como tú.

5. Seamos positivos: Muchas veces las cosas no saldrán tal como las planeamos o esperamos; ése no es momento de bajar la moral del equipo ni, mucho menos, de buscar culpables. Por el contrario, es momento de motivar a los miembros con una actitud positiva, recomprometerlos y buscar nuevas soluciones.

6. No individualicemos los logros del equipo: Sobre todo cuando uno tiene el rol del líder, puede caer en la tentación de individualizar los logros conseguidos gracias al esfuerzo de todos los miembros del equipo. Aun cuando sientas que sin ti los resultados no hubieran sido los mismos, sé consciente de que ha habido aportes, grandes o pequeños, de otras personas, y que sin ellos el resultado no necesariamente sería el mismo.

7. Cumplamos con nuestras responsabilidades: Los proyectos individuales pueden, muchas veces, consumir nuestro tiempo y dejarnos muy poco para dedicarnos a las tareas asignadas a nosotros en el equipo. Recordemos que los aportes de cada miembro afectan al resultado final; si uno no cumple con sus responsabilidades, afecta al resto. Si te has comprometido a trabajar en un equipo, dale la prioridad que se merece, esto demostrará tu responsabilidad pero sobretodo respeto.