
24 de diciembre del 2018 (Ver PDF)
Fuente: Diario El Comercio / 24-12-2013
VISUALIZACIÓN: A muchos peruanos aún les cuesta visualizarse en un escenario mejor y más aún, hacerlo con gran detalle.
DISEÑO: Crear la visión del negocio es una práctica común en las empresas, pero pocos la usan para diseñar su vida personal.
Imagínese un día como hoy, pero dentro de cinco años, 24 de diciembre del 2018. Ahora imagine que ese día es uno especialmente bueno para usted. Mejor aún, imagínese que es un gran momento en su vida y usted se siente muy bien: está cumpliendo metas, objetivos y sueños largamente acariciados, y lo está haciendo muy positivamente. Imagine las respuestas a estas preguntas y hágalo con detalle: ¿Dónde está usted? ¿Qué ve a su alrededor? ¿Qué está haciendo? ¿Quién está con usted? ¿Qué música escucha a lo lejos?¿Siente algún aroma conocido? ¿Qué ve por su ventana o a la distancia? ¿Cómo se siente físicamente?
Sigamos… y ahora, para hacerlo más completo, piense: ¿Qué tiene puesto? ¿Cómo viste? ¿Qué acaba de almorzar o de cenar? Y podemos seguir construyendo ese escenario completo con usted como el feliz protagonista. Creando una imagen, una visión que le pertenece solo a usted y que ni siquiera debe compartir con nadie. Podemos seguir aventurándonos en un mundo que ha creado su imaginación, donde usted puede poner todos los ingredientes que se le ocurran sobre un momento de gran satisfacción personal o profesional o mejor aún, de ambos. Recuerde que esto es seguro, confidencial y gratuito.
Si le ha costado hacerlo o hacerlo le suena mal, no se preocupe. A muchos peruanos aún les cuesta visualizarse en un escenario mejor y más aún, hacerlo con gran detalle. Muchos no lo han hecho antes, nunca les dijeron cómo hacerlo o no se lo permitieron a sí mismos. Ciertamente, visualizar no ha estado demasiado difundido en nuestra cultura. Para muchos, era cosa de soñadores o ilusos incapaces de concretar nada. ¿Quizá será porque en nuestra cultura el término soñar está más asociado con la actividad onírica nocturna?
Crear la visión del negocio es una práctica común en las empresas, pero pocos la usan para diseñar su vida personal o su carrera. Es decir, la gran mayoría no hace su plan de vida ni lo revisa semestralmente. Es como que empezaran a construir su casa sin haber hecho antes un plano para entender bien cuál será el resultado esperado en función de sus aspiraciones, necesidades, presupuestos, tiempos, etc.
Eso está cambiando en nuestro país. Hoy escuchamos embelesados las historias de los sueños y visiones de empresarios exitosos, por ejemplo, que se atrevieron a soñar sin restricciones, sin culpas ni vergüenzas. Y empezamos a reconocer que la visión es el comienzo de todo y que soñar es liberar nuestra capacidad de imaginarnos el futuro para comenzar a inventarlo.
Permítame que lo lleve de regreso al 2018. Ahora sí quizá quiera soñar más libremente. Piense nuevamente en esa situación que le trae gran satisfacción. Véase en ese momento cumpliendo sus metas y sueños. ¿Ya se vio? ¿Ya saboreó esa sensación? Le doy un par de ideas para que este ejercicio de visualización sea más efectivo. Repita las preguntas del comienzo y escriba lo que ve o siente, pero hágalo en tiempo estrictamente presente (no lo haga en tiempo condicional y menos en tiempo futuro). Escriba lo que “ve” o siente como si ya estuviera realmente viviéndolo y sintiéndolo ahora. Libere su imaginación y póngale emoción a su sueño. Escriba también las respuestas a estas preguntas: ¿Qué tengo que seguir haciendo para que se cumpla? ¿Qué tengo que dejar de hacer? ¿Qué tengo que empezara hacer? ¿Qué tengo que evitar?
Recuerde tener el texto de su visión cerca para mirado, revisarlo, adaptarlo, para que lo inspire. Cultívelo con ilusión. ¡Y ya que sueña, sueñe en grande!