3 tips para una entrevista de trabajo exitosa (ver pdf)
Fuente: El Comercio – Suplemento Aptitus/ 04-01-2015
Por Aida Marin, Gerente de Transición Laboral de LHH DBM PERÚ.
Para ello, hay que evaluar primero si realmente quieres participar en el proceso, independientemente que te resulte realmente atractivo el puesto. Pero si tomas la decisión de participar, debes ir convencido de que es el mejor puesto de tu vida, aun cuando no lo sea. Solo cuando uno está convencido de querer algo, se esfuerza por conseguirlo y lucha por ello. Si hay algo que no te convence; es decir, que te hace arrugar la nariz, es mejor que no vayas porque de seguro no lo vas a obtener.
Cierto es que muchas veces las características de la posición no son totalmente atractivas en un inicio, pero muchas veces vale la pena participar, porque al final, dependiendo de cuán bien te vendas profesionalmente, las condiciones cambian favorablemente. Por ello, recomiendo sacar de nuestra mente los aspectos que nos preocupan y solo asistir mejor opción, que debes a la entrevista con el único objetivo de no de obtener “este puesto”, sino de convencer al entrevistado de que eres su mejor opción, que debes ser el elegido y eso solo se logra si desarrollas la entrevista con la actitud necesaria, queriendo hacer tuyo el puesto.
“Uno no puede ir a una entrevista a improvisar. Es un gran error llegar a un proceso de selección sin prepararse.”
Si se logra este objetivo puntual de impresionar a cada entrevistador y de convencerlos de ser el elegido, lo más probable es que al final te ofrezcan el puesto y es ahí en donde recién se debe evaluar, en función de las condiciones o beneficios ofrecidos, si te conviene o no la posición, no antes.
LA SEGUNDA: DEBES TENER CLARO QUE LA ENTREVISTA ES EL PUNTO MÁXIMO DE NUESTRA VENTA Y QUE ADEMÁS ES DE TIEMPO LIMITADO. Es la venta de nuestros servicios profesionales y esta es una venta de intangibles, en consecuencia debe ser una venta especializada, evitando hablar de “todo” lo que uno es capaz de hacer y más bien, focalizarse solo en las competencias que más le pueden interesar al entrevistador.
Lo que quiero decir es que debemos tratar de enganchar nuestra oferta de valor con las necesidades e intereses del entrevistador, puesto, empresa y sector. Lo que significa que todas nuestras respuestas deben ser condicionadas. No podemos tener respuestas genéricas o clichés que puedan responderse por igual en todas las entrevistas. Nuestras respuestas deben ser directas, concisas y personalizadas. Es decir, que una misma pregunta como: ¿Háblame de tus principales logros? O ¿cuales son tus principales competencias? Puede ser hecha por un gerente de recursos humanos o por el que sería tu jefe y no necesariamente debería tener la misma respuesta ya que en el primer caso, probablemente, debería hablar de mis logros haciendo énfasis en aspectos de liderazgo o desarrollo de equipos mientras que en el segundo se deba hacer más hincapié en temas de resultados del negocio.
EL TERCERO: LA PREPARACIÓN. Uno no puede ir a una entrevista a improvisar. Es un gran error ir a una entrevista sin prepararse. Es necesario prepararse desde varios aspectos, lo primero para ir con la actitud adecuada,con las respuestas adecuadas, para lo cual se debe investigar sobre el entrevistador, los puestos, la empresa, el sector. Se deben desarrollar las respuestas a las preguntas que suelen hacerse, llevar preguntas inteligentes, y sobre todo no descuidar el tema de imagen personal.
