
Ayer conocí a un joven universitario de esos pocos que saben lo que quieren y donde van (ya le pedí sus datos). El comentaba la apatía de sus compañeros frente a los estudios, a su futuro y su carrera.
Lo mismo vemos también, en empleados y ejecutivos que trabajan sin interés por el resultado de su trabajo o peor aún, por el futuro de su propia carrera. Personas con actitudes y creencias sobre al trabajo válidas en el pasado, pero no el entorno altamente competitivo de hoy.
En la nueva realidad competitiva y globalizada las empresas no pueden asegurar su propio éxito y menos garantizarle a nadie un empleo estable.
La manera de trabajar y el modo de enfrentar el empleo han cambiado drásticamente y nos vemos obligados a cambiar actitudes preguntándonos permanentemente: “¿Qué está pasando allí fuera en el mercado, cuáles son los mitos y realidades y cómo me puedo equipar para competir?”
Los mitos mas comunes que comparten muchos, nos revelan inquietantes nuevas realidades:
– Mito 1: Una empresa es como una familia. Realidad: La empresa no es una familia, es como un equipo donde juegan los que anotan, los que producen resultados y agregan valor; donde los jugadores van y vienen según las necesidades de éxito o supervivencia del equipo y donde mecanismos de protección (como el paternalismo), que pudieron haber sido útiles antes, no sirven más.
– Mito 2: Un buen trabajo asegura su futuro con la empresa.
Realidad: Los cambios son tan rápidos en el ambiente de negocios de hoy, que las empresas no pueden garantizar su propio éxito y menos asegurar a nadie un empleo de la cuna a la tumba.
Nadie, ni los gerentes de alto nivel, pueden sentirse seguros, pueden sentirse seguros en sus posiciones.
Hoy el mercado está lleno de ejecutivos capaces y exitosos pero desempleados por situaciones ajenas a su rendimiento o lealtad. Lo único que garantiza hoy la seguridad laboral en el mercado es considerarse siempre su propio dueño, administrando estratégicamente su carrera como su mejor negocio propio, generando resultados y agregando valor, preocupándose por su futuro, su imagen y su capacitación permanente. Es critico también comprometerse personalmente con los resultados de la organización, trabajar en equipo, asumiendo responsabilidad hacia la creación de valor y la rentabilidad, antes que trabajar para cuidar el puesto.
– Mito 3: Las personas más calificadas consiguen los mejores trabajos. Realidad: Los empleados y ejecutivos que puedan acceder a quienes toman las decisiones y que se sepan presentar como la mejor alternativa para los requerimientos de la posición, son quienes tendrán la mejor opción de obtener el trabajo o posición. Las organizaciones valoran a quienes conocen sus capacidades, fortalezas, y debilidades, a aquellos que muestran entusiasmo por colaborar frente a los retos, a quienes vinculan su contribución al resultado y logros concretos, con los objetivos del cargo y la misión de la organización.
– Mito 4: Las compañías les ofrecen carreras a sus empleados
Realidad: Las personas crean sus propias carreras, siendo leales consigo mismos, asumiendo la responsabilidad por su propia empleabilidad. La lealtad personal está relacionada con reconocer nuestro derecho a tener éxito y satisfacción como consecuencia de hacer bien lo que tenemos capacidad para hacer y nos gusta hacer.
– Mito 5: Tener una carrera exitosa significa establecer una dirección de carrera y seguirla por el resto de su vida.
Realidad: Hoy en día la mayoría de las ejecutivos pueden esperar hacer por lo menos un cambio de carrera y cuatro cambios de empresa (dos de los cuales quizá serán involuntarios) durante su vida laboral. Se dice que hacia el año 2,010 el 65% de nosotros estaremos haciendo actividades que hoy ni siquiera sabemos que existen. (hace 5 años yo no sabia lo que era el outplacement y hoy trabajo en eso ayudando en la recolocación de personas y lo disfruto intensamente )
– Mito 6: La gente que ha trabajado 25 años con la misma compañía tiene una posición fuerte y estable. Realidad: Los años dedicados lealmente a la empresa no le compran a nadie su puesto de por vida, lamentablemente. Las personas que se han probado a sí mismas en varias organizaciones usualmente tienen hoy la ventaja. Un cambio de trabajo cada tres a cinco años no es considerado ahora como saltar de trabajo en trabajo. Los empleos a largo término pueden hasta llegar a ser interpretados como una señal de inflexibilidad o un miedo a la toma de riesgos o al cambio.
– Mito 7: La empresa es la principal responsable de la capacitación de sus empleados. Realidad: El entrenamiento y la capacitación son responsabilidad de cada persona, ya que las habilidades aprendidas contribuyen de modo importante a la empleabilidad de cada quien.
– Mito 8: Nadie contrata gente de más de 45 años. Realidad: Muchas organizaciones, especialmente las pequeñas empresas, valoran las habilidades y experiencias ganadas durante una carrera extensa. Vitalidad, flexibilidad y capacidad de adaptación al cambio, conocimiento, química personal, enfoque de carrera, interés, y contribuciones tangibles para los resultados, sin olvidar conocimientos de computación, derriban las barreras de la edad.
– Mito 9: Las personas con los mejores desempeños hacen carrera más rápido que aquellos de menor talento. Realidad: Múltiples factores incluyendo relaciones claves, la manera como se es percibido dentro de la organización, la ambición, la actitud y el compromiso demostrado con los objetivos empresariales pueden ser más relevantes que el “desempeño” del trabajo actual .
Aun crees en los mitos?