
Publicado en G de Gestión, el 21/07/2023
Hace un tiempo tuve que hacer una gestión y pedí referencias sobre a qué profesionales acudir. Escogí al que me presentó la propuesta más económica, ya que asigné más valor a la variable de precio que al análisis de impacto del costo si las cosas no salieran bien – y como era de preverse -, me salió caro el error. Perdí mucho tiempo sin lograr el resultado esperado y terminé contratando para rehacer todo el trabajo, al qué sí tenía excelentes referencias.
Esa lección la aprendí bien, y ahora trato de trabajar siempre con quienes poseen indudablemente las mejores referencias. Por supuesto que la gente se equivoca, pero cuando muchos hablan bien del trabajo de alguien por experiencia propia y te dan testimonios personales de su experiencia, es por algo.
Por eso, cuando de referencias se trata, intento siempre ser muy directa con las personas que quieren encontrar un nuevo trabajo, obtener más clientes para vender sus servicios profesionales o mejorar sus marcas personales. Y los consejos son siempre estos:
1. Debes considerar tus referencias con seriedad. La opinión desinteresada de terceros es el mejor indicador sobre la calidad del trabajo de un profesional o de su firma, y como esa regla se cumple casi sin excepción, la gente las pide, valora y considera.
2. Lo que dicen los demás de tu trabajo como profesional, los testimonios de los usuarios de tus servicios son una variable muy determinante para el éxito esperado de tu carrera, tu marca, la venta de tus servicios profesionales y tu reputación.
3. Debes tratar de estar al tanto de lo que dicen de ti quienes te conocen, a quienes les has brindado servicios, con los que has trabajado, tus jefes, pares y subordinados, anteriores y actuales.
4. Recuerda que las percepciones que tienen sobre ti y sobre la calidad de tus servicios, sean exactas o no, cuentan para ellos como reales.
5. Tu actitud, buena disposición, rapidez de respuesta, seriedad, valores y ética – no elástica obviamente – son vitales para un testimonio positivo sobre ti y finalmente resultan casi importantes como tu talento, formación y experiencia.
6. No es suficiente pensar solamente en tus tres personas favoritas ni en el jefe que te quiso tanto: es fundamental hacer y tener actualizado un listado objetivo de quienes pudieran dar opiniones positivas y/o negativas de ti como profesional y como persona.
7. Es vital traer a valor presente todas esas relaciones, limando asperezas y dejando inscritas nuevas imágenes en ellos, renovándolas y actualizándolas.
8. Algunos profesionales de selección de personal consultarán hasta con 16 personas de tu entrono cercano y de tu pasado si estás en algún proceso de contratación. Y lo harán no solamente con quienes tú mencionas, sino con muchos otros, aunque tú no hayas compartido sus nombres ni quizá recuerdes conocer.
9. Trata de mejorar tus relaciones con todos quienes interactúas: las referencias que ellos dan de ti pueden ser determinantes, más aún si recuerdas las dos reglas clave: no hay contacto chico, y si bien tú sabes lo que ellos hacen, pero no sabes a quiénes conocen.
10. Practica comunicar tus últimos logros y resultados con claridad y en pocas pero efectivas palabras: muchos de los que te conocen de antes pueden no conocerlos, y esa información es de mucha relevancia sobre todo si estás actualizando esas relaciones.
11. Comunica esos logros, éxitos y reconocimientos siempre con humildad – sin arrogancia alguna – y no olvidando jamás de dar a los miembros de tus equipos los reconocimientos que les corresponden.
12. El consejo más importante: la imagen, la reputación y las referencias “no se construyen ni se crean de la nada”: son el reflejo fiel de la realidad de quienes somos, cómo actuamos y nos comportamos cada día.
13. Revisa tu actitud y controla tu carácter y tu stress: la calidez, el tacto y el tino son claves para construir a diario buenas relaciones y, por ende, buenas referencias también.