
Cuidado con tu imágen en las redes(ver pdf)
Fuente: Revista Caretas/ 30-10-2014
Toda actividad que tenemos en Internet deja una huella fácil de encontrar hasta por el menos experto. ¿Qué tanto influye en nuestra vida laboral?
La fantasía futurista de los años noventa era la realidad virtual: un conjunto de dispositivos que nos adentran en un mundo paralelo. Luego, a principios del milenio, llegaron los juegos de ‘vidas’ virtuales, como “Second Life”, que permitieron construir a nuestro antojo una personalidad paralela a la que tenemos en carne y hueso. Hoy, lo virtual y lo real se han fusionado al punto que nuestras experiencias cotidianas se suben al Internet como parte de la costumbre de alimentar nuestra imagen en las redes. En este intercambio de información, la vida laboral no ha quedado ajena a su influencia.
Luego de los sonados casos de filtración de fotos íntimas en las redes de figuras del espectáculo como Jennifer Lawrence, queda claro que no hay que ser famoso para que cualquiera pueda acceder y disponer de la información que guardamos en el teléfono o en la ‘nube’. Esos casos, más cercanos al delito que a un uso recreativo de Internet, escapan del control de los usuarios. Pero ¿qué pasa si uno mismo se encarga de publicar fotos sugerentes en su perfil de Facebook o de las permanentes salidas de copas de los fines de semana en Instagram sin cuidar de mantener la privacidad de las mismas?
Cuando buscamos un trabajo, la impresión que estas imágenes proyectan de nosotros como futuros empleados puede dejar mucho que desear. “La persona debe ser coherente entre lo que hace en las redes y cómo se desenvuelve en el mundo. Ambos deben funcionar como una unidad”, comenta Mónica Berger, consultora y coach ejecutiva de Lee Hecht Harrison DBM. Así, la imagen que tenemos en las redes debe transmitir lo que queremos ser.
CADA COSA EN SU LUGAR
En la banca y, en general en el sector financiero, se espera que el empleado proyecte una imagen formal de saco y corbata, o sastre, según se trate del hombre o la mujer. Por otra parte, en el rubro creativo, como la publicidad, la vestimenta suele ser más informal, hasta se podría decir que se espera que una persona de este sector proyecte un look divertido. “De algún modo estamos condicionados hacia el grupo que representamos. Por eso, debemos ser consecuentes con él”, asegura Mónica Berger.
EL PODER DE GOOGLE
En la búsqueda del candidato ideal, las personas que trabajan en los departamentos de recursos humanos tienen como norma ‘googlear’ a los candidatos. La información obtenida en Internet no solo se concentra en saber qué imagen proyecta el aplicante a un puesto, sino también las amistades que tiene. “Las relaciones personales hoy son muy importantes, sobre todo el saber con quién se frecuenta. Esta información da un valor agregado al trabajador, ya que esta será llevada consigo a la organización”, analiza Mónica Berger.
Otro uso importante que se le da a esta información se aprovecha para obtener referencias personales del candidato. Esta no solo busca saber cómo se comportó en su anterior trabajo, sino también en conocer, por fuentes ajenas al entorno laboral, cuáles son sus logros, fortalezas y áreas de oportunidad. Hasta un detalle del comportamiento en un partido de tenis puede dar información de si esa persona es ideal para la posición.
“Antes no existia esa modalidad de buscar información a través de las redes”, nos cuenta Mónica Berger, “pero hoy cada vez más empresas se aseguran de contratar candidatos ideales para evitar la rotación de sus empleados y que el equipo funcione de manera inmediata. En estas condiciones, las entrevistas de competencias, así como la búsqueda de referencias, hace que los departamentos de recursos humanos se vean obligados a ‘googlear’ hasta el más mínimo detalle”.
SIN LUGAR A SUBJETIVIDAD
Pareciera que con esta modalidad de escrutinio que reciben los candidatos las probabilidades de perder el trabajo soñado son mayores. Cuando las antiguas referencias profesionales que se consignaban en el curriculum han quedado desfasadas por el uso del Google, solo la cantidad de opiniones favorables versus las desfavorables tiene la última palabra. En este caso, la situación puede ser más justa cuando todas las referencias apuntan a que el candidato es eficiente o tiene muchos logros mencionados. Por el contrario, el panorama resulta desfavorecedor cuando la mayoría de personas consultadas encuentran más oportunidades de mejora que fortalezas o problemas de actitud que afectarían su trabajo.
ESPACIOS DE OPINIÓN VS. ESPACIO LABORAL
Páginas como el Twitter ofrecen una plataforma para expresar opinión. Un futuro empleador analizará esas opiniones en función de su valor. Cuando lo que se va a decir no construye ni aporta, es mejor guardar reserva. “Es bueno intentar ser un líder de opinión, marcar un espacio y ser referente sobre un tema que se domine. Esto incluso puede ser positivo para construir una marca personal porque posiciona a la persona”, comenta Mónica Berger. Como sucede en las interacciones cara a cara, lo mejor es hablar de temas que se dominen.
Por el contrario, la página de contactos profesionales Linkedin, es una red ejecutiva orientada a la construcción de una red laboral. El posicionamiento en esta página empieza por describir a la persona, su experiencia, estudios y demás información relevante para un posible trabajo. Asimismo, facilita la búsqueda de referencias para los seleccionadores, ya que permite publicar premios, publicaciones, membresías y demás elementos que ayuden a proyectar una idea para el seleccionador de recursos humanos.
En definitiva, las redes sociales bien utilizadas y cuidadas con esmero pueden ser de mucha utilidad para la búsqueda de trabajo. Uno de los errores más comunes que encuentra una persona cuando construye su imagen es olvidar la importancia que tienen las relaciones interpersonales. Socializar en la vida real es importante. “Uno generalmente no se acuerda de las relaciones que tiene hasta el momento de perder un trabajo. Es un error desaparecer físicamente, como también lo es el no tener un perfil actualizado en las redes”, asegura Mónica Berger. Está en nuestro buen juicio decidir cuáles fotos subimos y cuáles no, así como cada comentario que dejamos en una página. Todo habla de nosotros y no permitamos que lo que está en nuestro control proyecte una imagen que nos perjudique en la carrera laboral. (Caroline Mercado)
Para tener una exitosa imagen en las redes
- Cada página tiene una función: Linkedin es laboral, Facebook es para los amigos. Lo mejor es no mezclar los contactos.
- Es importante guardar coherencia entre lo que somos y lo que dicen de nosotros los perfiles que mantenemos.
- Un perfil debe ser acompañado por una buena foto que refleje lo que somos y lo que queremos transmitir.
- Utilizar fotos profesionales en redes de trabajo.
- Es recomendable ‘googlearse’ al menos una vez por semana y preguntarse, ¿es así como quiero aparecer?
- Si existen videos o imágenes poco favorecedoras que no podemos sacar de la red, estas se verán menguadas si la nueva información es coherente con lo que somos.
- No olvidar que cada quien es dueño de lo que quiere transmitir.