
Jimena Mendoza: Experiencia de una mujer ejecutiva que dejó su trabajo por su familia (ver web)
Fuente: La República / 05-05-2015
Jimena Mendoza conversó con LaRepublica,pe sobre cómo fue ser madre de dos niños con los que pasó de todo fuera de nuestro país, pero dispuesta a vivirlo otra vez si fuera necesario.
Llevar a la par el rol de mamá y profesional actualmente suele ser difícil. Distribuir el tiempo entre el trabajo y la crianza es complicado, pero si se tiene la convicción de realizar ambas actividades no existe mayor inconveniente para una mujer, así lo piensa Jimena Mendoza, gerente general de Lee Hecht Harrison – DBM Perú, quien conversó con LaRepublica.pe sobre su experiencia a pocos días del Día de la Madre.
Tras varios años trabajando en una reconocida empresa transnacional, decidió por darse un descanso en el desarrollo de su vida profesional y formó una familia a los 31 años. Consideró que había llegado ese momento y tuvo en su esposo al aliado para esta nueva etapa en su vida.
MADRE EN EL EXTRANJERO
Sus hijos no nacieron en Perú, sino en el extranjero, en Estados Unidos. En un país ajeno a ella se inclinó por criar sola a sus hijos, previa conversación con su esposo. “No tenía a nadie cerca para confiar y nosotros no estábamos dispuestos a pagar para que cuiden a mis hijos, así que decidí hacerlo”, manifiesta.
Su determinación se basó en darle una estabilidad emocional a sus hijos, por la gran cantidad de viajes que su familia realizó durante su vivencia fuera del Perú.
Durante esta etapa consideró que la crianza de su primer hijo, nacido en Boston, fue más llevadera que la del segundo, nacido en Minneapolis.
“Muchas personas no lo pueden creer, pero la crianza de mi primer hijo fue más fácil que la del segundo, debido a que contaba con más tiempo, pero ya con los dos había situaciones difíciles, sin embargo, ninguna tan fuerte para decir basta”, comenta.
REGRESO A PERÚ
Una vez que sus hijos tuvieron 2 y 4 años de edad, respectivamente, Jimena y su esposo decidieron retornar al Perú, porque era momento que el mayor ingresara al colegio y los dos siempre pensaron que “tenían que estudiar donde van a crecer y porque sus raíces están acá”.
El cambio de entorno, para felicidad de Jimena, no les afectó a sus niños. Piensa que las mudanzas de antaño los hicieron madurar rápido y ser independientes, por lo que hoy en día no existe problema con alguno.
Sin embargo, ya con su familia instalada en el país, consideró que era momento de retomar su carrera profesional y fue así como restableció su red de contactos en Lima y recaló en LHH -DBM Perú.
El llegar a la empresa le significó una etapa sin igual en su vida. Ya no solo trabajaba por logros personales, sino que el papel de madre le dio la motivación para conseguir éxitos en el trabajo, un punto que la compañía valora en ella. No por algo comenzó a ascender y actualmente es gerente general.
Si bien sus horarios son un poco apretados en algunas ocasiones, no descuida en ningún momento el crecimiento de sus hijos. “Todo es cuestión de organizarse. A mi no me cuesta responder un correo electrónico o una llamada telefónica, mientras veo a mis niños jugar”, asegura.
RECOMENDACIÓN
Para Jimena Mendoza las madres pueden ser exitosas en todo ámbito, pero todo va a depender del compromiso y cómo venden su imagen.
“Muchas mujeres tienen dificultades, porque al momento de la entrevista hablan más de sus hijos y no ponen en claro que ellas son capaces de desarrollar ambas actividades. Obvio que los hijos son primero, la empresa lo debe saber, pero también es vital que una diga que cuando esté en las instalaciones va a dar el 100 %. Si pasa alguna dificultad en casa, se habla”, comentó.
Para ello, también, debe existir apertura por parte de los empleadores, porque si tienen a una trabajadora tranquila en su vida personal ella podrá rendir cómo se espera.
Por último, Jimena confiesa que a pesar de las horas de insomnio en el extranjero, el estar sola con sus hijos, el viajar constantemente, los momentos de tensión, el luchar con el aspecto emocional y el estar lejos de su familia y amigos, volvería a repetir todo lo vivido: “Gracias a ello conozco a mis hijos, sé qué les gusta y qué no y los abrazo todos los días”.