Los peruanos soñamos con ser empresarios. Todos queremos ser nuestros propios jefes, ganar mucho dinero, ser dueños de nuestro tiempo y nuestra vida y no tener que responderle a nadie. El problema es que la mayoría de nosotros abriga ese sueño tan intensamente que descuidamos nuestra realidad, el trabajo que hoy tenemos.
Una y otra a vez, trabajando en outplacement con gente que perdió su empleo, encontramos los mismos errores. Personas que no ven la parte estratégica de su trabajo. He conocido gente que se enfrenta, discute, asume que tiene derecho a su puesto, o que simplemente, no hace nada para conservarlo. Que conoce todos sus derechos, pero no tiene claro lo que da a cambio y menos se preocupa del valor que aporta: el famoso tema de las actitudes equivocadas.
Sin embargo, las personas exitosas tienen mucho en común, principalmente porque comprenden el escenario en que se mueven, ven en forma global su carrera completa; y estratégicamente saben que dirección tomar, por encima de los problemas diarios. Gerencian su carrera como si fuese su propio negocio, implementando estrategias de Administración de Carrera, para ocuparse de lo que sí pueden controlar para su empleabilidad en el mercado de trabajo.
Como empresarios de nuestra propia carrera, debemos primero definir el producto. Este es el conjunto de nuestros habilidades, intereses y valores. En otras palabras, los tres factores que definen lo que podemos hacer, lo que nos gusta o factores de encaje y personalidad; luego, debemos definir nuestros distintos «roles» y actuar profesionalmente en ellos.
Como Presidente de nuestra empresa – carrera, es crítico definir la misión de la misma, es decir a dónde vamos, cuánto lo queremos y qué precio estamos dispuestos a pagar.
Mientras mejor se hace este esfuerzo de establecer metas u objetivos, más claramente sabremos qué esperar en el camino y podremos anticipar dificultades y planificar soluciones. La misión se define en función de lo que uno quiere hacer, en lo que es bueno haciendo y le gusta hacer, realista y ambiciosamente, con fuerza y lealtad con uno mismo. (La lealtad personal no es un lujo, la satisfacción en el trabajo es una pre-condición natural para el éxito profesional)
Como Gerente General, usted es el responsable de la efectividad total del producto. Establece la misión y los valores de la empresa y crea el plan de negocios y la estrategia. Usted maneja la identidad de su producto.
Como Gerente de Planeamiento, es importante saber cuáles son las competencias ejecutivas, de liderazgo y de futuro que nuestra especialidad requiere. Evaluarse a fondo es fundamental. Lamentablemente, no muchos saben por donde empezar a evaluar sus habilidades y alinearlas con la misión y cultura de las empresas donde trabajan; igualmente, son pocas las empresas que invierten en el desarrollo de personal en función de su plan estratégico futuro. Pero eso no debe ser excusa para que, como responsables de nuestra carrera, hagamos nuestra propio análisis, mirando el panorama a mediano y largo plazo, planificando, invirtiendo, sacrificando a veces el hoy por el mañana. Cada quien es responsable de desarrollar versiones nuevas y mejoradas de su producto y de desarrollar nuevas aplicaciones para su uso, siempre anticipando cambios en su mercado.
Actuando como Gerente de Marketing la tarea está orientada a definir nuestros mercados internos y externos, analizando sus necesidades y oportunidades cuidadosamente; a reconocer como competidores a todos aquellos que están en carrera también, amigos o no, comparándonos con sus características, beneficios y precios de mercado. Es importante tener siempre al día nuestras herramientas de marketing personal, incluyendo el curriculum que resume logros y resultados obtenidos (lo que aclara que el curriculum no es un documento diseñado para buscar trabajo, sino para monitorear el avance de nuestra carrera).
Uno de los roles de más alto impacto en su compañía, como en la mayoría de ellas, es la Gerencia de Ventas. Esta función crea visibilidad para el producto, lo lleva al mercado, identifica compradores potenciales y cierra la venta.
Significa estar siempre presente y visible en el mercado, participando en actividades donde la red de contactos se pueda desarrollar cada vez más. Es preocuparnos de tener una imagen exitosa (nada vende mejor que el éxito, nada daña tanto como el negativismo)especialmente si estamos empleados mucho tiempo en la misma empresa.
Es cansador después de largas jornadas de trabajo, asistir a invitaciones profesionales, pero para quienes desean mantenerse vigentes, éstas son las mejores oportunidades para saber más del mercado, estar contactado y aprender lo que está haciendo la competencia.
Como Gerente de Administración y Finanzas, es importante organizar nuestras finanzas personales de acuerdo a nuestras aspiraciones. Vemos ejecutivos con muchas posesiones materiales pero sin ahorros que les permitan sustentar decisiones profesionales o cambios para mejorar, viviendo por encima de sus medios, cuidando sólo la imagen y no la realidad económica familiar. Muchos de ellos gastan sin invertir en su futuro y luego no son empleables ni pueden comprar su libertad profesional.