Publicado el 09/11/2016 en Gestión
“La mayor habilidad de un líder es desarrollar habilidades extraordinarias en las personas comunes”.
Hoy más que nunca cobra sentido esta frase de Abraham Lincoln, hoy que los jóvenes -los llamados millennials- quieren tener líderes genuinos, transformacionales, que tengan la capacidad de conectar en todo sentido, desde su autenticidad, y que sepan realmente escuchar. He observado que estos líderes:
1.-Son cálidos para poder generar conexiones genuinas y de esta manera comprometer a sus colaboradores y sus equipos hacia un objetivo común. Esto permite mejores resultados y posibilita la retención del talento valioso.
2.- Predican con su ejemplo, son personas que aman su trabajo y que están dispuestas siempre a dar más.
3.- Son buenos oyentes, tienen verdadero interés en las oportunidades de diálogo y escuchan con todos los sentidos y el lenguaje no verbal. Están atentos a todos los detalles que se dan en una conversación, permiten construir relaciones de confianza y muchas veces también generan ideas brillantes.
4.- Son pacientes, entienden que cada colaborador tiene sus propios tiempos y que el líder es como un director de orquesta que respeta el ritmo y el momento de cada instrumento; los sabe hacer brillar y combinar. Forzar el ritmo puede generar resistencia, aprovecharlo genera grandes logros.
5.-Están siempre disponibles para su equipo. Para un buen líder sus colaboradores son prioridad.
6.-Tienen absoluta claridad acerca de la visión del negocio y de la empresa, transmiten esa visión a cada uno de sus colaboradores, porque saben que si cada colaborador entiende cuál es su pedacito de contribución a esa visión de negocio, logran un real compromiso.
7.-Combinan la calidez -antes mencionada- con cabeza fría, ante la presión muestran siempre compostura, ellos pueden lidiar con la ambigüedad y liderar a sus equipos de manera efectiva a través de los cambios.
8.- Son curiosos, activamente buscan nuevas experiencias y hacer las cosas de manera diferente, son buenos observadores, valoran la sabiduría de la naturaleza, están siempre bien informados, incorporan nuevos conocimientos a sus vidas, generan nuevas ideas y comportamientos.