
Publicado el 22/06/2018 en Centrum Al Día (Perú)
En el libro The Manager´s Desk Reference de Cynthia Berryman – Fink y Charles B. Fink, el concepto de cultura organizacional se refiere a un conjunto de suposiciones o creencias que comparten los miembros de una organización y abarca los hábitos, costumbres, historias, prácticas y tradiciones de un grupo. Las culturas corporativas especifican cómo los empleados se comunican, visten, piensan, se comportan, trabajan y toman decisiones. Si bien la idea ha sido intuitivamente entendida por algún tiempo, la discusión explícita de la cultura corporativa es un fenómeno relativamente nuevo en la literatura de gestión.
Hace muy poco conversaba con José Martín, un profesional informático, sobre lo que es Transformación Digital, y rápidamente me respondió “Una transformación digital no podrá darse, si primero no se logra en la institución una transformación de la mentalidad de las personas involucradas”. Bajo esta premisa, efectivamente casi siempre un cambio, por simple que este sea, genera una oposición o lentitud en el proceso de adaptabilidad. Se trata de un asunto cultural que es necesario afrontar instaurando una moderna cultura institucional, la cual contemple el deseo de las personas, la productividad de la organización y los intereses del accionista. En este sentido debemos establecer claramente el propósito (1) y el cómo hacerlo (2 y 3).
1) Alcanzar una cultura organizacional corporativa basada en sólidos valores como la verdad, la ética y el respeto a la dignidad de las personas, que se caracterice por la confianza y que aliente un alto nivel de productividad, minimice la generación de conflictos y asegure el bienestar de los colaboradores
2) Alentar permanentemente aspectos esenciales como:
- El mutuo respeto y el reconocimiento de las virtudes y limitaciones de cada persona.
- Una comunicación efectiva que contribuya a resolver favorablemente los conflictos.
- La tolerancia al error como una oportunidad de aprendizaje.
- El respeto a la privacidad de las personas.
- El trabajo en equipo como estrategia para alcanzar los objetivos institucionales.
3) Establecer un código de conducta que contribuya a conseguir ese gran reto, considerando los siguientes lineamientos:
- Todos los colaboradores están obligados a brindarse mutuamente la seguridad de que en su relación interpersonal se respetará su dignidad como ser humano.
- Todos los actos deben basarse estrictamente en la verdad, asegurándose plenamente de no manifestar algo de lo que no estén absolutamente convencidos de su veracidad y de la necesidad de transmitirlo.
- Estar dispuestos a admitir errores y conceder cortésmente a la otra parte la oportunidad de admitir los suyos, en aras de manejar adecuadamente los conflictos.
- Mantener una comunicación directa y abierta sobre tópicos de trabajo para evitar factores distorsionantes. Los puntos de vista deben ser claros y apropiadamente expresados.
- Establecer una relación de trabajo personal y organizacional adecuada para prevenir los problemas. No obstante, si el problema se presenta, se deberá enfrentar el problema y no a la persona.
- Buscar colaboración y ofrecer apoyo cuando se considere que es apropiado para mejorar el trabajo y lograr los objetivos institucionales.
- Enfrentar los problemas asertivamente, los afectados deben comprometerse mutuamente a encontrar una solución, evitando que una relación conflictiva se vuelva permanente.
- Evitar involucrarse en problemas personales, salvo que la persona lo solicite, y siempre y cuando ello contribuya a ayudar a la persona y/o a la solución del problema.
- Reconocer la jerarquía dentro de la institución y la búsqueda de soluciones a través de los supervisores inmediatos. Sólo de no ser posible, se debe consultar a instancias superiores.
- Basar todas las acciones y comunicados en posiciones oficiales de la institución. Si existe un desacuerdo con acciones o políticas, es una obligación hacerlo conocer en una forma correcta a las personas responsables y buscar las aclaraciones o los cambios necesarios.
- Respetar el derecho de todo el personal a hacer observaciones y sugerencias para el mejoramiento de los procedimientos y políticas.
Una moderna visión de la cultura institucional se enfoca en lograr un mayor nivel de productividad utilizando nuevas tecnologías; una mayor participación de los empleados, unidades de trabajo más pequeñas, estructuras flexibles; y ambientes que promuevan la creatividad, mejoren la calidad de vida, y aumenten la autonomía de los colaboradores.