Jimena se fue a Australia (Ver PDF)
Fuente: Mujeres Batalla / 11-03-2014
“Se DEFENDIÓ como UNA LEONA, sobre todo la segunda vez” menciona Ines Temple en su columna.
Hace tiempo Antonio, nuestro querido editor de Mujeres Batalla me pide que escriba sobre Jimena, quien partió feliz al otro lado del mundo, a Sídney. Y la verdad es que no quería hacerlo. Es un tema muy personal y está aún muy fresco.
Pero ya está, hoy me armé de valor y aquí estoy compartiendo con ustedes estos temas bien al Lado B: nada de trabajo, puras experiencias y vivencias personales y familiares. Así que bueno, les cuento la historia.
Jimena peleó por su vida con fiereza por dos años. Se defendió como una leona, sobretodo la segunda vez. Luchó y batalló contra ese mal que toma posesión de la vida de todos mientras dura la guerra. Y que valiente fue! Y lo digo sin ningún remilgo: fue valiente no sólo por enfrentar el caos, el miedo, los tratamientos, las quimios terribles, las operaciones, las muchas hospitalizaciones, las afeitadas de cabeza (chau pelo rubio hasta la cintura), los pinchazos, los drenes, las infecciones, la debilidad, el malestar, el terror…. , sino por hacerlo todo con enorme gracia, con una sonrisa en la boca y con una enorme y sorprendente buena actitud, cada día, cada vez.
Sé que suena a mentira decir que alguien viviendo todo eso puede mantener la buena cara y el buen espíritu. Pero es verdad, ella lo hacía. Y su argumento para hacerlo era bien simple. “Suficientemente malo es que todos estén tan preocupados en la casa con lo que me pasa a mí para que encima me esté quejando de todo o que los esté preocupando más si me ven con mala cara, quejosa o deprimida”. Pueden creerlo? Mientras todo eso le pasaba a ella, – a ella! ¡Jimena pensaba en nosotros!
Entonces como comprenderán, el resto de la casa no podía sino seguir ese código estricto que ella estableció para todos: enfrentar las cosas según fueran viniendo con esa misma disposición positiva inquebrantable: todo va a salir bien, todo va a estar bien, todo va a pasar, pongamos buena cara, de esta salimos bien de todas maneras.
Y así fue. Hace unos días se cumplieron 4 años del diagnostico inicial y los celebró en Sídney donde hoy estudia un MBA, sana y muy, muy feliz. Por supuesto que seguimos con los chequeos (y seguiremos por mucho tiempo más sin bajar la guardia jamás….), pero ella ahora estudia, se divierte un montón y ha recuperado su vida, su futuro y todos sus sueños.
Fue fácil dejarla partir, y al otro lado del mundo? Por supuesto que no! Si hubiera sido por mi no la hubiera dejado estar a más de 5 metros distancia para verla en cada momento, para que su cara en tiempo presente me dijera siempre que está muy bien…..pero esa batalla también la ganó ella. Y con esa persistencia de quien sabe lo que quiere y no está dispuesto a negociarlo, logró convencerme de que a 36 horas de distancia en avión iba a estar mejor que aquí, con nosotros, conmigo…..
Y esa es la historia. Y tiene final feliz, gracias a Dios. Que bueno, no?
