
Publicado en Diario El comercio (Perú), el 07/03/2021
Golpe. Aunque el empleo se redujo para hombres y mujeres ante la pandemia, es a el las a quienes les está costando más encontrar oportunidades formales.
Desde el inicio de la pandemia, diversos especialistas pronosticaban que el impacto de este evento afectaría a las mujeres con mayor magnitud que a los hombres a nivel económico y social. Más de un año después, la evidencia demuestra que, efectivamente, esa predicción fue precisa; y el retroceso en los avances laborales ha sido evidente desde varios aspectos.
Para empezar, en el Perú más mujeres que hombres salieron de la Población Económicamente Activa (PEA)
entre diciembre del 2 0 1 9 – tres meses antes de la pandemia – y enero de este año, de acuerdo a cifras del INEI. En
el último mes del 2019, los hombres que pertenecían a la PEA (2,84 millones) superaban a las mujeres en más
de 348 mil personas (2,5 millones) . Al primer mes de este año, sin embaído, la cantidad de la PEA masculina sobre la femenina aumentó a más de 488 mil personas. Así, la PEA de mujeres registró una caída de 8% entre noviembre del 2020 y enero de este año, en comparación al mismo período del 2019-2020.
En paralelo a este resultado, más mujeres que hombres ingresaron al grupo de personas no económica mente activas con la pandemia: hacia fines del 2019 las mujeres que no pertenecían a la PEA superaban en más de 697 mil a los hombres del mismo grupo, pero a enero de este año esa cantidad fue cercana a 859 mil personas.
Hugo Ñopo, investigador principal de Grade, remarca que tanto hombres como mujeres fueron severamente
afectados por la crisis que generó la pandemia en el mercado laboral: la caída más fuerte en la población ocupada se vio en el trimestre móvil de abril a junio del 2020, los meses de cuarentena estricta, cuando la población ocupada masculina retrocedió un 53,6% y la femenina un 56,9%. No obstante, resalta que las diferencias de género se empiezan a ver en la recuperación del empleo, donde se evidencia que a las mujeres les está costando más recuperar los empleos que a los hombres.