La meta: Equipo de alto rendimiento (ver pdf)
Fuente: Revista Aptitus/ 12-05-2015
Tres consultoras especializadas en desarrollar equipos comparten algunas de las claves para potenciar sus competencias hasta convertirlos en un escuadrón. ¿Cuáles son las cuatro claves para lograrlo?
1. IDENTIFICAR QUE SE BUSCA EN UN EQUIPO DE ALTO RENDIMIENTO:
«Desde mi experiencia como coach ejecutiva y trainer, puedo identificar a un equipo de alto desempeño cuando veo su DAC: dirección, alineamiento y compromiso, los tres pilares del liderazgo, de cualquier organización, privada o gubernamental, con o sin fines de lucro», comenta Milagros Arellano, coach ejecutiva asociada al Center for Creative Leadership-CCL. Para Arellano, la falta de alguno de estos pilares hace que los equipos sean disfuncionales en lugar de ser equipos de alto desempeño.
Mónica Berger, gerente de desarrollo de talento de LHH-DBM Perú y master coach de LHH-DBM Latam, considera que un equipo de alto rendimiento es aquel que logra producir resultados de manera sostenida. Por eso, es tanto un equipo productivo como positivo. Además, considera que estos equipos deben beneficiar tanto a los individuos que forman parte de él como a la empresa donde se desarrollan. «Aumentan la productividad, la satisfacción y el crecimiento de cada uno de sus miembros, del mismo equipo y del resto de la organización», añade Berger.
Por otro lado, la anticipación es uno de los factores más importantes para Karin Meerhoff, directora de la consultora Enlight. «Es un equipo capaz de anticipar los cambios y tener la flexibilidad para poder ajustarse a las nuevas circunstancias con rapidez», agrega.
2. LAS PRIMERAS ACCIONES:
Para acompañar a un equipo a constituirse como de alto rendimiento, Enlight propone actividades para ir tejiendo en él la confianza necesaria, a la vez que se trabaja la responsabilidad individual y colectiva, la capacidad de aumentar las conversaciones francas o la capacidad de que el equipo sostenga distintas miradas de un tema, y logren negociar un punto de acuerdo. En otras palabras, habilidades de liderazgo, comunicación y negociación. Para ella, estas competencias se desarrollan mediante talleres, coaching de equipos e individuales y jornadas out-doors. Algunas herramientas clave que utiliza CCL son dar y recibir feedback, encontrar los estilos de manejo de conflicto, las conversaciones de coaching, las preferencias para entender cómo se manejan ante la incertidumbre, los cambios de cultura y la negociación. Además, para Arellano, estos equipos deben acordar las normas que van a respetar todos y deciden con cuánta franqueza o apertura están dispuestos a compartir sus ideas, dudas, desacuerdos. «Así se va construyendo la confianza, que es la base de un equipo de alto desempeño», añade.
Berger y su equipo en LHH-DBM trabajan el tema enfocándose en un proceso continuo. «Nuestro trabajo con los equipos comienza con un assessment (evaluación); es decir, introduciendo a la organización o al equipo en el diagnóstico de equipo, a partir de un cuestionario con preguntas específicas, para determinar competencias de productividad y de positividad en el equipo», agrega. En base a este diagnóstico, luego se diseñan planes de acción para trabajar de manera grupal y personal.
3. REFLEXIONAR TRAS LA ACCIÓN:
Todas las expertas coinciden en la importancia de reflexionar luego de realizar los trabajos o ejercicios con las diferentes herramientas. No sirve de nada actuar si no se reflexiona sobre el trabajo realizado. «Los tiempos de reflexión, que pueden durar algunos minutos o algunas horas, son poderosos porque cambian la orientación del hacer al pensamiento estratégico», explica Arellano, por lo que sugiere no pasar por alto esta etapa.
4. ¿POR QUÉ SON NECESARIAS ESTAS TAREAS?
La jerarquía tradicional está siendo cuestionada, ya que genera una burocracia que no permite las adaptaciones necesarias y a tiempo para adecuarse al entorno cambiante. «Es acá donde la consolidación de equipos y networking comienza a tener relevancia», comenta Meerhof. Para ello, es importante que un equipo de alto rendimiento sea adaptativo ante el entorno pero, sobre todo, con roles claros y metas compartidas. De lo contrario, cada miembro irá por su lado y solo serán un grupo de personas, no un equipo», finaliza.