
¿Qué objetivos a nivel profesional se ha planteado? (Ver PDF)
Fuente: Gestión/ 18-11-2014
“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va” decía Séneca, filósofo romano, refiriéndose a que sin objetivos claros el rumbo es incierto. Ante esta idea surge la pregunta: ¿ya tienes definidos tus objetivos? Todo ejecutivo, preocupado por su desarrollo profesional, debería trazárselos a largo y a corto plazo.
Así como toda buena empresa que se jacte de serlo, parte de un plan estratégico, igualmente un ejecutivo debería tener un plan estratégico personal. Este plan debe tener una visión a largo plazo en aspectos como el profesional, académico, familiar, social, deportivo, etc., con un horizonte de 10 o 15 años, para luego desarrollar planes de acción concretos para alcanzarlos.
Asimismo, es importante tener claridad sobre cuál será la siguiente posición laboral, la misma que debería estar alineada al objetivo final para poder alcanzarlo en el tiempo. Esto no es tan sencillo, para definir este objetivo a corto plazo, debe partirse de un serio proceso de autoevaluación que aborde tres aspectos: el poder hacer, el querer hacer y el encaje.
El “poder hacer” se refiere a que uno debe tener conocimiento absoluto de cuáles son sus competencias, de qué forma puede contribuir en una organización o mejor dicho cuanto valor puede generar y eso viene a ser la oferta de valor que tiene hacia el mercado.
El “querer hacer” es saber cuáles son las condiciones que nos motivan, que nos gustan o que nos disgustan de un puesto, de un jefe o de una empresa, saber bajo qué condiciones o características cualitativas y cuantitativas estaríamos interesados para optar por determinada posición. El tercer aspecto, y no por ello menos importante, es “el encaje”, que es determinar con cuáles valores nos sentimos identificados para verificar que estén alineados con los valores de la organización a la que nos gustaría dirigirnos, es decir, saber en qué tipo de cultura organizacional nos sentimos mejor, etc.
Resumiendo, sugiero tener una visión a largo plazo, definir un puesto ideal alineado a ese objetivo sobre la base de una seria auto evaluación de competencias, intereses y valores.