Publicado en el diario El Comercio (Perú), el 10/06/2018
¿Es posible que un profesional recién reclutado pueda convertirse en el CEO de una organización? Al parecer, es posible. Pero, según los expertos, se deben cumplir ciertos requisitos. Para Carlos San Román, Gerente General de LHH DBM Perú, la principal característica de un CEO tiene que ver con su nivel de liderazgo. Si bien es cierto, explica el representante de LHH DBM Perú, que existen líderes naturales, esta habilidad también se puede desarrollar desde muy temprano en la vida profesional. Para eso, Kety Jáuregui, directora de la Maestría de Organización y Dirección de personas de ESAN, afirma que es importante que el profesional considere formarse y ganar experiencia para obtener conocimiento y solvente desenvolvimiento en el mundo empresarial o en el sector en el que desea desarrollarse.
En ese sentido, la vocera de ESAN señala que un profesional que busca crecer deberá desarrollar tres temas centrales a nivel profesional:
1) la gestión de personas, ya que un CEO no es solo un líder por excelencia, sino que es un formador de líderes y de equipos; 2) el enfoque financiero, que le permita administrar los recursos de la empresa con un criterio de rentabilidad; y 3) el manejo de principios de marketing, para lograr manejar su gestión comercial y su posicionamiento, sin descuidar su filosofía y su solidez ética. “En nuestro medio es común ver carreras ascendentes que parten desde el momento en el que la persona egresa de una institución educativa, pero en otros entornos, y probablemente en un futuro cercano, los estudios formales no serán el gran diferenciador. Hay ejemplos de CEO’s exitosos que no han culminado sus estudios superiores”, afirma San Román.
CONOCER EL NEGOCIO
En el desarrollo de la carrera, el profesional debe conocer al detalle su core business o negocio principal, pero, según los expertos, no es indispensable haber trabajado en cada área.Lo que se recomienda es conocer las necesidades y características de estas áreas, para canalizar adecuadamente los esfuerzos de las distintas partes y niveles de la organización. Además, participar en proyectos multidisciplinarios es muy enriquecedor y permite identificar a los trabajadores con alto potencial. La experiencia técnica hoy es menos importante que la capacidad de liderazgo, la gestión de personas y el poder trabajar con diferentes equipos.
“Estoy seguro”, dice San Román, “que la gran mayoría de CEO’s han iniciado sus carreras profesionales en la base de la pirámide, pero no necesariamente en la misma organización”. Por su parte, Jáuregui señala que cualquiera que haya adquirido la experiencia y desarrollado las capacidades necesarias para dirigir una empresa puede ser CEO. Lo importante, señala, como en cualquier puesto, es lo que el ejecutivo puede aportar a la organización, más que su procedencia.