Publicado en web Aptitus, el 31/07/2018
Las referencias laborales son vitales cuando se postula a puestos de mayores responsabilidades, por eso es importante que las personas cultiven buenas relaciones con sus ex empleadores.
En un proceso de selección uno de los puntos claves que podría determinar la contratación de un profesional son las referencias laborales, es decir, los nombres y datos de aquellas personas que han trabajado anteriormente con el postulante, quienes tienen la capacidad de corroborar la información que se ha brindado durante las diferentes entrevistas.
Los expertos señalan que seis de cada diez empleadores han rechazado a un candidato por una mala referencia laboral.
Dorila Mendez, consultora de LHH DBM Perú, afirma que la tendencia actual son las referencias de 360 grados.
“Los encargados de seleccionar colaboradores no solo solicitan informes de anteriores jefes, sino también de pares y colegas, que puedan hablar sobre el desempeño del profesional. En ese sentido, es importante preparar a estas personas para que describan las capacidades que posee el candidato y así agregar valor a las empresas”, explica Mendez.
Según Rosana Vargas, consultora en gestión de personas y docente de postgrado en ESAN, las referencias laborales adquieren nivel de importancia en función al puesto.
Si se postula a un cargo de alta responsabilidad es vital contar con referencias que validen la información recopilada durante el proceso de selección.
Para ella, estas recomendaciones no se deben colocar en el currículum, salvo que se ingrese a una segunda etapa de la selección a solicitud del reclutador.
“No es recomendable que el postulante coloque los datos en el CV, es mejor esperar a la entrevista para entregar la información” explica Vargas.
Referencia válida
Las personas que se incluyen como referencias laborales deben ser profesionales que realmente conozcan al aspirante.
Vargas sostiene que en ocasiones algunos candidatos colocan nombres de colegas con los que no han interactuado y que además son inaccesibles.
Por eso, este tipo de información debe prepararse con mucho cuidado, tomando en cuenta dos aspectos: 1) hacer una lista de todas las referencias y solicitar la autorización para considerarlos como tales y 2) coordinar reuniones para conversar sobre los logros y aportes a la organización.
Tensa desvinculación
Los momentos de desvinculación laboral suelen generar emociones y en algunas oportunidades se producen reacciones inadecuadas, dejando una última imagen negativa, que podría afectar las referencias.
¿Qué hacer en estas situaciones? Mendez recomienda dejar pasar algunos días y, cuando las emociones estén calmadas, se debe -mediante un correo o una visita- limar asperezas y retomar la relación.
La situación podría ser difícil, pero muchos empleadores valoran el hecho de reconocer los errores. Y, si es el caso, ofrecer disculpas.