Fuente: Revista Aptitus 06/07/2016
Líderes que se sientan esclavos de las empresas no serán capaces de liderar equipos ni de alcanzar objetivos estratégicos.
En repetidas oportunidades escuchamos a personas decir que son esclavos de sus trabajos, pero resulta preocupante cuando lo escuchamos de ejecutivos de alto nivel. Sentir que estamos en un trabajo en contra de nuestra voluntad no solo nos afecta, sino claramente perjudica los resultados de la organización. Jefes poco motivados no podrán liderar equipos motivados ni productivos. Para quienes se sienten así, el trabajo se vuelve frecuentemente en la excusa para no dedicar tiempo a otras actividades. Esto demuestra una baja percepción de ellos mismos y de su empleabilidad. No son quienes planean las decisiones de sus carreras ni de sus vidas, y tienen la idea equivocada de que el tiempo que uno dedica a su trabajo es lo que determina qué tan buenos, comprometidos y exitosos son, y no la generación de resultados. Los profesionales con alto nivel de empleabilidad, en cambio, son aquellos que tienen claro lo que quieren de sus carreras y toman acción. Son los que encuentran el tiempo y el espacio para constantemente desarrollarse. Se preocupan por estar preparados para los siguientes pasos de su carrera, tienen conversaciones con sus jefes para mantenerse motivados y se esfuerzan por conservar un buen balance de vida dentro y fuera de sus lugares de trabajo. No sienten que el trabajo es una obligación ni mucho menos una esclavitud. Quienes saben a dónde quieren llegar con sus carreras tienen el control de las mismas y están contentos con sus trabajos. Aun cuando los proyectos sean complejos y tengan que trabajar horas extras, se apasionan por lo que hacen.
Liberémonos, entonces, de esas barreras que nos impiden desarrollarnos y gritemos:
Seamos libres de excusas que nos impiden ser mejores cada día.
Seamos libres de tomar decisiones en nuestra carrera y compartamos nuestras expectativas con nuestros jefes.
Seamos libres de cambiar. Nunca es tarde para decidir cambiar de función, de sector o de dejar una empresa.
Seamos libres de decidir emprender si sentimos que es lo correcto para nosotros arriesgarnos por un negocio propio.
Seamos libres de adaptar nuevas tendencias, avances, mejoras dejando atrás las ataduras del “como siempre lo hemos hecho”.
Seamos libres de organizar nuestras “ocupadas” agendas para dedicar tiempo a nuestras familias, amigos y a nosotros mismos.
Seamos libres de tomar la decisión de realizar eso que siempre quisimos, pero que por alguna razón no nos atrevimos a hacerlo.
Seamos responsablemente libres, buscando lo mejor para nuestras carreras y vidas. No seamos esclavos de nuestros miedos ni del fracaso, ni de la mediocridad. Seamos libres de decidir lo mejor para nosotros, de tomar riesgos y de ser altamente empleables.