
Publicado en la revista Semana Económica (Perú), el 16/04/2019
El futuro del trabajo plantea nuevos escenarios a las empresas: el replanteamiento del negocio es constante y significativo. Jimena Mendoza, directora ejecutiva de la consultora Lee Hecht Harrison DBM Perú (LHH DBM Perú), comparte algunas lecciones aprendidas y consejos para acelerar la transformación en sus empresas.
Hablar de transformación en el mundo empresarial no es sólo adaptarse a las plataformas digitales. La nueva revolución en la forma de trabajar demanda, además, de una alta resistencia, la energía necesaria para pensar en reinventarse y mantenerse indispensable en el mercado.
De acuerdo con la consultora global de negocios McKinsey & Company hoy las grandes empresas realizan esa reinvención cada dos a tres años, y estos procesos duran en promedio 18 meses. Asimismo, según el informe Global CEO Outlook que realizó KPMG en 2017, el 74% de los directivos de las empresas están buscando ser disruptores en
su sector.
El gran reto es determinar por dónde empezar
Jimena Mendoza, directora ejecutiva de LHH DBM Perú — especializada en transición de carrera y desarrollo de talento— , señala que, el primer paso es tener claro qué tipo (o tipos de transformación) es el que la compañía busca. La especialista dice que este cambio puede orientarse en cuatro formas:
– Modelo de negocio, como Amazon, que dejó de ser una librería virtual para convertirse en la mayor tienda virtual.
– Modelo operativo, como le sucedió a Netflix cuando cambió sus envíos físicos de DVD a crear una plataforma Online de entretenimiento.
– Transformación digital, como el caso de Dóminos Pizza, que digitalizó sus procesos para una mejor experiencia del usuario.
– Transformación de la fuerza del trabajo, que está dirigido hacia el cambio profundo de las políticas dentro de la empresa.
Mendoza señala que el siguiente paso para una transformación exitosa es tener un enfoque de negocio a dos vías. “ El trabajo dentro de la empresa se dividirá en destinar el esfuerzo y la energía para seguir manejando el negocio existente y que se sigan generando ingresos y utilidades, pero también en ‘reimaginar’ y reinventar el negocio, los
modelos operativos y las experiencias de los dientes y empleados”, agrega.
Al inicio, el negocio existente será el que provea los recursos. “En la medida que aparezcan los resultados de la apuesta por el cambio, el nuevo modelo de negocios operativo también aportará recursos y pronto se podrá convertir en el nuevo negocio existente”, comenta la representante de LHH DBM Perú.
La clave en las transformaciones es tener clara la visión y comunicarla. A diferencia de un proceso de cambio, en una transformación no tenemos claridad de cómo se verá el futuro, por lo que es fundamental mantener el ánimo, comunicar claramente la visión, celebrar los logros y examinar los fracasos para aprender de ellos. La organización
debe tener claro los procesos de tomas de decisiones, un buen manejo de información y una cultura de toma de riesgos para poder avanzar a la velocidad necesaria.
“Para ello es necesario que tanto los líderes, como los gerentes y los empleados potencien sus habilidades”, comenta Mendoza.
“No se trata de descartar las habilidades básicas sino añadir nuevas que acompañen de mejor manera las transformaciones, es un liderazgo potenciado”. Los líderes deben estar accesibles, fomentar la innovación, los equipos ágiles y la iteración que implica por supuesto éxitos y fracasos.
“Mantener motivado al personal y enfocado en la visión es vital. Todos deben sentir que pueden apoyar que las ideas no serán descartadas sin ser probadas y que al final lo que importa es llegar lo más pronta posible a ese futuro deseado”.