Tres buenas ideas para impulsar su carrera (Ver PDF)
Fuente: Revista Aptitus / 07-05-2014
Debemos cuidar nuestra marca personal con los subordinados, ya que son ellos los que nos llegan a conocer, y quienes podrán hacer o deshacer nuestra reputación sin pensarlo dos veces, nos dice Ines Temple, Presidente Ejecutivo de LHH-DBM Perú.
1. La primera idea es casi evidente: generar logros y resultados cuantificables y agregar valor claro y evidente. Y para lograrlo, nada como tener los conocimientos que las posiciones requieren y habilidades que estén muy vigentes. También sirve mucho desarrollar habilidades diferenciadoras —aquéllas que nos hacen muy visibles- y, sobre todo, las que son escasas en el sector o especialidad, así como las técnico-funcionales, que son específicas de nuestro negocio. Estas nos harán ser reconocidos por nuestra experiencia personal.
También es clave desarrollar las habilidades que involucran un liderazgo claro y empático, sobre todo para liderar procesos de cambio y desarrollar equipos. ¡La capacidad de expresar nuestras ideas cautivadoramente en público es cada vez más importante! Y lo son también las habilidades blandas vinculadas al buen relacionamiento con personas de todo nivel para la generación de resultados.
2. Una segunda idea para el éxito en la carrera está vinculada a los contactos y las relaciones de confianza. Muchos se concentran en trabajar bien y esforzadamente a la par de aprender nuevas habilidades, y consumen en esto cerca de 10 a 12 horas del día, por lo que dejan de lado a quienes serán los mejores «vendedores» de su perfil y habilidades. ¡Y ellos son nuestros contactos, la mejor fuerza de ventas de nuestra marca personal! Otros asumen que los contactos y relaciones son solo útiles cuando están en búsqueda de trabajo. Así, no toman en cuenta los contactos y relaciones internas en la empresa donde pueden estar trabajando. Esas relaciones nos abren las puertas a mejores oportunidades de obtener ideas, apoyo, cooperación e, incluso, recursos para lograr que las cosas se consigan o se hagan.
Nuestra capacidad de participar activamente en el desarrollo de las distintas realidades del entorno de negocios, profesional o social se multiplica geométricamente en relación con la calidad y cantidad de los contactos que tengamos. Lo mismo pasa con nuestras oportunidades de aprender cosas nuevas y de conocer gente que podrá luego ser clave en la carrera.
Y serán esos contactos los que nos darán acceso a experiencias que contribuyan a hacer crecer nuestra visión de la realidad y a la flexibilización de ideas y paradigmas. Los contactos nos pueden facilitar también el acceso a quienes toman la decisiones y a quienes nos pueden «auspiciar», servir de modelo, guías de carrera o mentores. Tener una red de contactos extensa y bien mantenida toma tiempo y esfuerzo, pero es la mejor inversión que se puede hacer, sobre todo en situaciones en las que es difícil sobresalir mucho del resto de competidores.
3. La tercera buena idea está relacionada al cuidado activo de nuestra marca personal. Vivimos en sociedades que dedican poco tiempo a elaborar criterios formales y opiniones bien fundamentadas sobre otras personas. Más bien, nos guiamos mucho por las opiniones de terceros (¡ah, los contactos!) para saber más sobre otros.
Nuestra reputación profesional es probablemente la mejor carta de presentación que tenemos. Es la «impresión» sobre nuestro esfuerzo, energía, confiabilidad, pasión por el trabajo y actitud la que hace la diferencia y la que es recordada por los demás. Esa imagen se la llevan también en función de nuestra presencia física, comunicaciones verbales y no verbales, estilo personal, etcétera.
En organizaciones vemos gente siempre preocupada por cuidar su imagen solo con jefes o superiores, sin el énfasis necesario en cuidar su marca personal, imagen y reputación entre nivel de pares o, más importante aún, sus subordinados. Son ellos quienes nos llegan a conocer y quienes también, mejor podrán hacer o deshacer nuestra reputación sin pensarlo dos veces.