
Tres claves para impulsar tu carrera (ver pdf)
Fuente: América Economía
Para ser exitoso en lo profesional no es suficiente ser capaz, inteligente, preparado o comprometido. Según Herminia Ibarra, profesora de la Universidad de Harvard, experta mundial y autora de varios libros sobre el tema de desarrollo de carrera, ese éxito depende de la lucidez con la que se manejan tres elementos claves muy relacionados entre si.
1. Conocer a fondo nuestra oferta de servicios. Es vital evaluarse a profundidad y ser capaz de presentar con claridad las competencias, fortalezas -debilidades- logros y resultados cuantificados. Debemos saber muy bien cuál es nuestro grado de conocimiento, las habilidades y destrezas claves que nos hacen más competitivos y que son reconocidas como nuestro ‘expertise’ personal. También debemos identificar y cuantificar nuestros logros, saber bien el impacto que tiene nuestra gestión en el resultado de la empresa y ojalá poder verbalizar muy bien cuál es nuestro ‘aporte concreto’ y cuantificar la experiencia y el esfuerzo.
2. Construir redes de confianza: Los contactos y las relaciones de confianza nos abren siempre las puertas a ideas, nuevas situaciones y paradigmas, estemos o no buscando cambiar de trabajo.
Nos apoyan, aconsejan, cooperan con nosotros e, incluso, muchas veces nos dan acceso a mejores oportunidades y hasta recursos para lograr nuestras metas.
La capacidad para conocer y relacionarnos con personas es clave en nuestra carrera. Participar activamente en distintos entornos profesionales, gremiales, sociales, familiares, de responsabilidad social, artísticos, deportivos o religiosos, entre otros, multiplica geométricamente la calidad y cantidad de nuestras relaciones de confianza. Estos son quienes nos mantienen informados, son nuestros escuchas en el mercado, y nuestros mejores ‘representantes de ventas’ para el avance de nuestra carrera. La red de confianza nos puede facilitar el acceso a quienes toman las decisiones, a quienes nos pueden auspiciar’ o servir de modelo o guías de carrera o mentores, sobre todo en situaciones donde es difícil sobresalir del resto de competidores.
La autenticidad en este caso es vital, ya que jamás debemos usar la red o manipular a personas solo interesados en nuestro beneficio. Una relación de confianza es siempre una relación de dos vías, de mutuo apoyo y valioso beneficio, que brinda además grandes satisfacciones. Nunca debemos olvidar que los miembros de nuestra red de confianza son los dueños de nuestra reputación: la imagen que tienen de nosotros es la que llevarán al mercado, para bien o para mal.
3. Cuidar nuestra marca y reputación. Los profesionales vivimos de nuestro talento y de nuestra reputación, nuestro prestigio y nuestro nombre, que es nuestra marca para toda la vida. Este prestigio personal abre puertas y genera credibilidad y confianza. Es la base de la empleabilidad, del éxito en los negocios duraderos y sostenibles, y de las relaciones personales funcionales a todo nivel.
Para mantener una buena reputación no hay que ser infalible pero si uno se equivoca, o lo hizo en el pasado, es importante rectificar y enmendar errores con humildad, autenticidad y una franca actitud de aprendizaje. El trabajo serio, bien hecho y muy profesional, la honestidad a prueba de balas, el estricto respeto a nuestra palabra y la integridad de nuestros actos en todos los ámbitos en los que nos movemos, son el único camino para lograr una buena reputación sostenible en el tiempo.
Trabajar desde estos tres frentes tan relacionados entre si nos deja una gran tarea, sobre todo para mantenernos vigentes y competitivos. Son muchos aspectos por los que nos debemos preocupar, pero por nuestra carrera profesional bien vale la pena. Esta otorga grandes recompensas. ¡Éxitos en esta tarea!